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Anciana en situación de calle, otro posible caso de infección por gusano barrenador
Ella es parte de la población vulnerable a esta infección que había sido erradicada hace 30 años. El caso probablemente no figure entre las estadísticas oficiales, pero refleja el riesgo, según los expertos, que corre toda la población.
María Juana Medina vive en las aceras del centro de Santa Ana. Tiene 86 años y desde hace más de una década se encuentra en situación de calle. En abril del presente año sufrió una caída que le provocó una herida en el pecho, se le hizo una llaga y esta se llenó de las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax y eso casi la lleva a la muerte, narran parientes y amistades.
La octogenaria experimenta una serie de padecimientos que complicaron su miasis, sobre todo su situación de abandono. A rastras, recorre una o dos cuadras al día para, al final de su rutina, dormir en una calle bajo una estructura que medianamente alcanza a protegerla de la lluvia.
Por las mañanas es usual verla arrastrarse sobre la angosta acera de la 2.ª avenida sur de la localidad. Cada espacio que avanza implica una serie de movimientos: tomar su bastón y su prótesis de pierna para lanzarlos hacia adelante, jalar una abultada mochila mientras desgarra su ropa contra el suelo, empujándose con sus manos y su pierna izquierda. Hace unos 20 años, María se cortó mal una uña de su pie derecho, eso le provocó una pequeña lesión. Para ese tiempo, ella no sabía que padecía diabetes y la pequeña herida obligó a los médicos a realizarle una serie de amputaciones hasta llegar cerca de su rodilla.
La mujer sostiene conversaciones de manera coherentes la mayor parte del tiempo, aunque olvida episodios de su reciente proceso médico. "Ahorita estoy bien, no porque en el hospital estaba, por una herida que unos animalitos me mordieron aquí", dice María, abriendo con sus manos los cuellos de sus blusas para mostrar una cicatriz que salta de su pecho. También señala una llaga en su brazo derecho y una cortada en su cara. No lo menciona, pero también tiene heridas expuestas en su cuello, manos y cuero cabelludo.
La miasis provocada por el gusano barrenador ocurre cuando la mosca deposita sus huevos en heridas abiertas de la piel; ahí las larvas se alimentan del tejido vivo. Según el ministro de Salud, Francisco Alabí, "el gusano es el resultado de los huevos que pone una mosca. Llamamos miasis cuando la enfermedad ya está en un humano. En general, es cualquier gusano en una herida, en una lesión (en la piel)", comentó el funcionario en una entrevista televisiva.
María es muy conocida en el sector. Todos le dicen "Mary". Algunos le dan monedas y otros, más comprometidos, como Claudia, una vendedora del sector, están pendientes del desayuno y el almuerzo de la anciana."Durante todo mayo se había desaparecido, antes andaba un volado que le supuraba sangre como espesa. Ella siempre anda golpeadita porque esa prótesis ya no le sirve y no se la puede poner, a cada rato se cae, La cosa es que pensamos que se había muerto, hasta que de repente apareció ahí, ya bañadita y sin la herida", agrega Claudia, quien unos minutos previos le llevó dos pupusas a María.
Una dependiente de un comercio de la zona que no quiso ser identificada comentó a este periódico que en la zona, "aparecen y desaparecen" perros y gatos afectados por gusano barrenador y que, usualmente, los animales deambulan entre las personas que pernoctan en el sector sin hogar.
María trata de avanzar como puede a una plaza que colinda con el Palacio Municipal de Santa Ana. Dice que ahí puede esperar a su sobrino, Jorge. "Ahí me quedo para que cuando pase me vea y me lleve", sostiene la señora.
VER: El gusano barrenador sorprendió a los salvadoreños sin medicación en el país
Jorge es el único familiar directo de María y fue quien la llevó al hospital. Dice que, cuando llegaron, los doctores no sabían cómo proceder y que algunos hablaban sobre el famoso gusano, pero no tenían la certeza. "Cuando la llevé le dije a los médicos que hacía unos días había muerto una ternerita llena de gusanos cerquita de donde estuvimos y ahí ellos ya no dudaron", sostiene Jorge y hace memoria de un tiempo en el que su tía estuvo en Texistepeque, localidad de donde son originarios.
"La ingresaron. Estuvo como dieciséis días en el hospital, en lo que la curaban. Me dijeron que le mataron las larvas de gusano barrenador. Tenía otras llaguitas en otros lugares porque a ella le salen úlceras en la piel, pero además tenía otros gusanos en el brazo", comenta. El 20 de mayo le dieron el alta a María. Estuvo un tiempo de recuperación en su casa de Texistepeque, pero ya para el 20 de julio su sobrino fue a dejarla al centro de Santa Ana. "No la podía tener allí a la fuerza, yo ya la vi por donde está. No sé ni cómo hará, porque ahora caen grandes tormentas. Yo no entiendo cómo sobrevive", finaliza Jorge.
El Salvador enfrenta un riesgo epidémico
Para hablar de las poblaciones en riesgo, como es el caso de María, EDH entrevistó al especialista en Infectología, el Dr. Jorge Panameño, quien sostiene que la presencia del gusano ha pasado de ser un problema rural a una situación de riesgo urbano que podría afectar a cualquier persona.
El experto advierte que la enfermedad ya no se limita a las zonas ganaderas y representa una amenaza para las ciudades. "Algunos expertos consideran que esta variedad pudo haber ingresado al país a través de ganado que entró de forma ilegal", señala y agrega que "la cercanía del gusano a los seres humanos aumenta considerablemente los riesgos, ya que se trata de una zoonosis, una enfermedad que fácilmente puede pasar de animales a humanos".
El doctor Panameño explicó que el riesgo es mayor para personas con heridas cutáneas, úlceras o condiciones médicas como la diabetes. "Si bien la mosca puede penetrar la piel por sí sola, lo hace con mayor facilidad en la piel lesionada", comenta y agrega que los niños también son una población vulnerable, ya que son propensos a sufrir lesiones.
El Colegio Médico de El Salvador advierte que se desconoce la verdadera dimensión del brote de gusano barrenador, a pesar de que oficialmente solo se han confirmado tres casos. La falta de información detallada por parte del Ministerio de Salud, como la ubicación de los casos, la edad y el perfil de los pacientes, impide una respuesta efectiva.
El presidente del Colegio Médico, Dr. Iván Solano Leiva, sostiene que, al ser una enfermedad reemergente después de más de 30 años de ausencia, el brote debe ser tratado como una epidemia desde el primer caso. Considerar el brote de esta manera permitiría destinar los recursos necesarios para el control y la educación de la población. Por ello, insta al Ministerio de Salud a hacer pública la información completa sobre los casos humanos.
Medidas de prevención y la situación de los casos
Para prevenir la infección, el doctor Jorge Panameño recomienda cubrir adecuadamente cualquier herida y utilizar repelente para insectos. Además, destacó la importancia de actuar con prontitud ante cualquier sospecha de la enfermedad.
El experto criticó la falta de actualización en los datos del Ministerio de Salud, que ha reportado solo tres casos a nivel nacional. "Lo mejor es salir a la búsqueda de la información", afirmó. Según su experiencia, el número de casos es probablemente mucho mayor y las principales víctimas han sido animales como perros y gatos, muchos de los cuales han tenido que ser sacrificados.
El doctor Panameño enfatizó que la extensión del gusano barrenador a zonas urbanas como Santa Ana demuestra que es un problema que pone en riesgo a toda la población y no solo a quienes viven en cantones o áreas de crianza de ganado.
Solicitudes de información oficial
El Ministerio de Salud de El Salvador ha confirmado oficialmente tres casos de gusano barrenador en seres humanos, lo que contrasta con los 64 casos oficialmente registrados en la vecina Honduras y 114 en Nicaragua, 16 en Guatemala. Los tres casos salvadoreños son mayo (específicamente entre el 11 y el 31 de mayo, según el calendario epidemiológico).
A pesar de que el boletín epidemiológico no ha registrado nuevos casos desde el 19 de julio, la comunidad médica sospecha que podría haber más infecciones no reportadas.
A principios de agosto, este periódico solicitó información al Ministerio de Salud, específicamente sobre casos de atención a niños infectados, pero no se obtuvo ningún tipo de respuesta.
Un equipo de El Diario de Hoy intentó obtener una versión de la dirección del Hospital San Juan de Dios sobre el caso de María Juana Medina y las consultas por miasis. Pero en la entrada, un médico acompañado de un vigilante recomendó visitar la sede del Ministerio de Salud en San Salvador. "Allá deben tener el dato porque aquí vienen varios casos de eso", comentó el guardia de seguridad ante la mirada severa del joven doctor.
En repetidas ocasiones se ha intentado entablar contacto telefónico con la oficina de comunicaciones del Ministerio de Salud. Se solicitó realizar una nueva llamada, pero hasta el cierre de esta nota ninguna solicitud fue atendida.