Cuando han pasado dos años de pandemia para el sector de los colegios privados no resulta una buena opción volver a clases en modalidad virtual, sobre todo en los centros de enseñanza pública en donde lidian con más limitaciones.
En los últimos días las gremiales de profesores del sector público han propuesto que el año lectivo en las escuYelas inicie de forma virtual ante el aumento de contagios entre la planta docente y administrativa de las escuelas.
No obstante, el profesor Javier Hernández, presidente de la Asociación de Colegios Privados, consideró que no ve viable que el servicio educativo público pueda realizar la modalidad virtual en el sentido estricto, puesto que para que esta se cumpla tal como debe ser tanto estudiante, docente y escuela tienen que tener ciertas condiciones que actualmente no están dadas. Esto es algo que, de acuerdo a sus palabras, incluso para centros del sector privado resulta complicado lograr.
Hernández Amaya describe las condiciones básicas para una enseñanza virtual eficiente, de calidad: Que a la hora de la clase el estudiante cuya edad ronda entre los 4 y 10 años debe tener acompañamiento de un adulto; tener un dispositivo adecuado para recibirla; contar con conectividad de calidad que le permita bajar y subir información fácilmente; que el alumno sea autodidacta; que no haya distracciones en casa o lugar desde donde se conecta. Insiste que si eso no se cumple la virtualidad es inviable.
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De acuerdo con lo que expuso el educador, los centros educativos en la mayoría de casos tampoco llenarían las condiciones requeridas para que los profesores puedan trabajar ya sea de forma sincrónica o de manera remota asincrónica, esto independiente de que tengan un equipo.
La clase virtual sincrónica es más complicada pues el docente no solo tiene que tener un dispositivo de primera generación, sino que la conexión también debe ser de alta resistencia, en cuanto que el internet que tenga la escuela sea capaz de mantener conectados de forma simultánea a todos los maestros con los estudiantes que están en casa, pone de ejemplo instituciones que tienen hasta 40 educadores.
“Esa capacidad de internet (alta) en este país es difícil encontrarla, porque simultáneamente conectarse a esas personas necesitarían capacidades de bajada y de subida no menos de 200 megas. Eso significaría para el centro educativo público un gran reto. Ya si eso no está no hay carretera por la cual pueda mandar la clase el maestro desde la escuela”, indicó.
Si el maestro tuviese que aplicar el modelo asincrónico de virtualidad le implicaría no solo tener el equipo y conectividad de alto nivel sino también un doble trabajo. Esto es así porque además de brindar la clase a los alumnos que están en el salón de clase, lo hace con los que están viéndola por medio de video llamada, y además tiene que mandar las clases grabadas a los que no asistieron ni de forma virtual.
“Ese proceso que le acabo de describir no es un proceso fácil. Para que nosotros podamos hablar de que nos quedemos a abrir clases presenciales hasta cuando se pueda y (para) mientras hacerlo de forma virtual hay que destacar que las clases virtuales son mecanismos de una alta inversión que hoy por hoy la escuela pública no tiene capacidad de hacer”, insiste.
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Para el presidente de la Asociación de Colegios Privados si bien es cierto que con la entrega de computadoras a las escuelas se está cerrando una brecha eso no significa que estamos cumpliendo con todo para decir que estamos en capacidad de desempeñarnos virtualmente al cien por ciento.
Sostiene que la razón por la cual los colegios están tratando de sensibilizar sobre la importancia de la presencialidad es porque consideran que la calidad del servicio educativo es primordial.
“Dejaríamos de ser centros de educación privada en el momento que la calidad del servicio educativo que demos sea de tan mala calidad que se convierta en un hecho engañoso. En ese sentido nosotros no estamos en condiciones de querer promover estudiantes por promoverlos, sino que estamos nosotros trabajando esmeradamente por promover estudiantes que de verdad lleven bases sólidas al grado inmediato”, aseveró.
Hernández Amaya sostuvo que los colegios están focalizando los casos de contagios para poder privilegiar la salud antes que cualquier otro tipo de momentos de la vida del ciudadano, del estudiante; y en ese contexto es del pensar que en el sistema público los consejos directivos escolares actualmente deberían tener también la libertad de tomar decisiones según las circunstancias locales para evitar más contagios.