Gobierno reacciona con improvisación, según expertos

El discurso del pasado 1 de junio por parte del presidente Nayib Bukele, en el marco de su sexto año de gobierno, no contó con anuncios particulares sobre próximos proyectos o medidas a impulsar, como sí lo hizo en 2023 cuando promovió reformas a las reglas electorales e incluso cuando en 2024 asumió su nuevo mandato y anunció la "medicina amarga" para tratar la economía.

"Lo que estamos a punto de construir en El Salvador solo es posible gracias a lo que hemos logrado en estos años y lo que lograremos de ahora en adelante solo será posible con la misma fe y con la misma perseverancia que nos trajo hasta acá", dijo Bukele, sin especificar qué piensan realizar.

Para algunos especialistas consultados, la ausencia de anuncios evidencia que el rumbo de las políticas públicas está a merced de la improvisación y las respuestas coyunturales. Pero que las acciones tomadas revelan que el único plan ha sido la concentración de poder y economía alrededor del grupo de poder de Bukele.

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"La improvisación ha sido la pauta de este gobierno desde el día uno. Lo vimos durante la pandemia y lo hemos visto reiteradamente a lo largo de los seis años, en que sus decisiones han estado condicionadas a su agenda de comunicación y no al revés", consideró el abogado José Marinero.

El profesional dijo que este gobierno no opera con perspectiva de políticas públicas, "sino mediante decisiones cortoplacistas y medidas 'efectistas', es decir, que transmiten la imagen de que está avanzando, aunque nunca nadie sepa hacia adónde".

Pero también considera que la improvisación es un factor más de incertidumbre, junto a la ausencia de reglas claras y garantías para el ejercicio de los derechos de la población.

"Sin embargo, hay que reconocer que la puesta en escena de las medidas improvisadas que se van decidiendo sobre la marcha -y que en su mayoría nadie ha evaluado para medir sus resultados o impacto- es muy eficaz para que un importante sector de la población crea que se está haciendo mucho", expuso Marinero.

"Me parece que con el tiempo nos daremos cuenta que otro de los legados de este autoritarismo que improvisa será que el país perdió valiosos años para mejorar su desarrollo económico y social",

José Marinero, abogado

Enfatiza que la única planificación de largo plazo notoria en este gobierno es instrumental a "su proyecto de concentración y perpetuación" en el poder.

Sin informe

El analista Ramiro Navas hizo énfasis en que cada año se espera del gobierno un informe de labores de su gestión, pero esto no ocurrió con el discurso del presidente en el Teatro Nacional.

"En cualquier sociedad civilizada con Estado de Derecho básico se espera que el discurso de un presidente, cada vez que cumple un año de gestión sea una rendición de cuentas; pero además, un balance de cuáles son los logros, resultado de su gestión y sobre todo un presidente que tiene la oportunidad -inconstitucional- de extenderse más de cinco años", dijo.

"Hemos visto una deriva de improvisación, que claramente no hay un plan de país. Hace seis años que Bukele entra a Casa Presidencial con un Plan Cuscatlán del que ahora no quedan ni los recuerdos, un plan completamente contrario a lo que implementaron y pareciera que van resolviendo sobre la marcha en función de los intereses que van persiguiendo en cada momento",

Ramiro Navas, analista

Considera que con seis años en el poder, "este discurso tenía que haberse enmarcado alrededor de los logros y de las apuestas del gobierno, más allá de sus temáticas cómodas como la seguridad".

Beneficio económico

Para el sociólogo Rafael Paz Narváez el gobierno de Bukele se mueve con una agenda programada al beneficio de su círculo y no a la improvisación como tal.

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"Él tiene programada y prevista toda una serie de acciones encaminadas al enriquecimiento del clan familiar Bukele y todos los políticos que se adhieren a sus propuestas", opina.

Indicó que hay "prácticamente una cantidad grande de despojos de tierra" y desalojos de comunidades en las zonas costeras y en zonas agrícolas que benefician a una cantidad de personas particulares, incluyendo la familia presidencial, "que uno puede asociarlos a la oscuridad que hay en el manejo de las finanzas públicas".

Otro ejemplo son las inversiones en el Centro Histórico "para convertirlo en una economía de enclave". Bukele también buscó justificar la gentrificación de este punto en la capital en su discurso del 1 de junio.

Falta de transparencia

Para Paz Narváez, no es sostenible un país sin la transparencia. "Maldecir la transparencia es como maldecir la sinceridad. La transparencia es la sinceridad de la gobernanza, es la sinceridad de los Estados y de los gobiernos. Entonces, maldecir la transparencia es decir 'confórmese con las cosas ocultas que yo hago y confórmese con los resultados que yo creo que ustedes merecen'. Es un trato denigrante contra la ciudadanía", expuso.

Pero no descarta que se tenga algo planificado en el tema de minería metálica, por lo que no se deroga la ley pese a que la mayoría de la población rechaza este industria extractivista.

"No es que no haya una planificación, es básicamente que es una planificación contra la nación y contra el pueblo y por lo tanto no se da a conocer",

Rafael Paz Narváez, sociólogo

Ante este panorama, el sociólogo ve un posible deterioro las condiciones de vida de la ciudadanía.

"Hay que mencionar que hay amplios sectores de la población que no están esperando de manera pasiva, sino que están en una actitud de autodefensa, de velar por sus derechos humanos y por los derechos de tener un ambiente ecosistémico en dignidad", enfatizó.

También Navas ve insostenible un Estado que rechace la transparencia.

"El simple hecho de que un presidente de la República hable de que la seguridad se consigue sin rendir cuentas y sin la 'maldita transparencia' evidencia cuál es el orden de prioridades para ellos, han logrado instalar en buena parte de la población la idea de que la seguridad y los derechos humanos, que la seguridad y las libertades, son realidades contrarias y no es así", añadió.