A tres días de la inauguración, el gobierno de Bukele no ha aclarado el procedimiento ni cuánto fue el monto invertido para comprar 252 casas a familias damnificadas por lluvias de las comunidades Nuevo Israel, en San Salvador, y Los Angelitos II, de Nejapa.
Más bien, diferentes funcionarios se han enzarzado en una serie de contradicciones, sin dejar nada claro más que los fondos fueron sacados de supuestos “ahorros” en la construcción del Hospital El Salvador, pese a que aún está en ejecución.
“Se preguntarán de dónde vamos a financiar esto: de los ahorros que logramos en el Hospital El Salvador”, declaró Bukele, agregando que trabajaron de la mano con los ministerios de Vivienda y Obras Públicas para entregar las casas antes de Navidad.
El lunes, el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, detalló que se habían usado $3.8 millones que “sobraban” del Hospital El Salvador, obra que aún no ha terminado, pero que según el funcionario los contratos ya están terminados y pagados. También se sumó $1.7 millones provenientes del Ministerio de Desarrollo Local. En total la inversión sería de $5.5 millones, según dijo el funcionario.
El problema no es asignar fondos para buenas causas, sino el procedimiento y la falta de transparencia, la cuestionada legalidad y el no tener claro cómo se está administrando el dinero de la gente, dijeron diputados de la oposición.
“¿Cuál es la modalidad de compras? ¿De dónde sacó los recursos para esa compra? ¿Cómo fue que pudo hacerla sin una reasignación de recursos de forma presupuestaria?”, son algunas de las preguntas que se hacen la diputada efemelenista Yanci Urbina y otro miembros de la oposición.
En seguida, la legisladora explica que una reorientación de dineros como esa debió haber contado con el aval de la Asamblea, lo cual no se hizo.
¿Quién pagará?
Bukele aseguró que los beneficiarios no pagarían nada y que incluso se les subsidiaría la cuota de mantenimiento que se necesita mes a mes en las casas en residencial Marsella, ubicada en San Juan Opico. “Ahora les entregamos estas casas nuevas, que son suyas. No se preocupen por la cuota de mantenimiento, porque esa también la vamos a pagar nosotros”, dijo el presidente durante la entrega.
Sin embargo, el lunes en la entrevista Diálogo con Ernesto López, la ministra de Vivienda, Michelle Sol, aseguró que el proyecto no pasó por un proceso de licitación porque serían las familias quienes pagarían por la casa. “Se buscaron terrenos propios para el proyecto de entrega de viviendas a las familias afectadas, en ningún momento hubo necesidad de licitación ya que son los beneficiados quienes están adquiriendo su nueva vivienda”, dijo.
Las casas en la residencial Marsella se ofrecen a cuotas desde $235 dólares, según su página web.
¿Por qué no hubo licitación?
“En ningún momento teníamos que hacer licitación. Es que aquí el Gobierno no está comprando las casas, quienes están comprando las casas son los beneficiarios, los afectados, ellos compran su casa, nosotros le damos el beneficio a ellos, a la familia, y ellos deciden”, fue la respuesta de la funcionaria.
No obstante, el presidente Bukele corrigió a la ministra, y en su cuenta de Twitter escribió que “ningún beneficiario pagó o pagará nada por su nueva vivienda”. Además, responsabilizó a medios de comunicación de “tergiversar” las palabras de la ministra Sol, pese a que sus declaraciones quedaron consignadas en redes.
También, antes del tuit del presidente, la ministra de Vivienda dijo a la prensa que cada vivienda costó $25,000, pero no aclaró si el Gobierno o los beneficiarios las pagarán en su totalidad. Únicamente dijo que les ayudarán con gastos de mantenimiento por un año más los gastos de conexión de energía y agua. Además, aseguró que se seleccionó esa residencial porque fue un proyecto que las familias aceptaron. “Cada familia estuvo de acuerdo en volverlo su nuevo hogar”, dijo.
Más tarde a través de su cuenta de Twitter, aseguró que el Gobierno emitió los cheques a nombre de cada persona: “Por sí las dudas: Las familias eligieron el proyecto. El Gobierno emite los cheques a nombre de los beneficiarios y se los entrega a la constructora. Los fondos provienen de ahorros en la construcción del Hospital El Salvador. Ningún beneficiado pagará NADA”, publicó en su cuenta de Twitter.
Según la información del Gobierno, los traslados de las familias a la residencial Marsella concluirían este miércoles. Hasta el momento se desconoce si a las personas se les está entregando las escrituras de los inmuebles.
Descontento
Ciudad Marsella es un proyecto habitacional que fue promocionado bajo el concepto de una residencial privada, exclusiva y segura.
La residencial estaba en proceso de comercialización y aún no era habitada por las personas que ya han firmado y pagado el costo del inmueble.
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Una de las personas que ya tenía contrato con la constructora asegura que la empresa no les ha comunicado nada sobre el caso y considera que con los años la propiedad puede perder valor económico.
Reveló que un asesor le explicó que las casas que fueron entregadas por el Gobierno son las que están situadas al final de la residencial.
“Las casas que se dieron son 200 del quartier 4 (zona), es el que está al final del terreno, es la última línea del final y son las que se van a entregar. (…) A ello también los hemos investigado, les hemos visto todos sus familiares, han firmado el contrato, han leído el contrato y todas las obligaciones que se tienen que cumplir”, dice el audio de una asesora de la constructora al que tuvo acceso El Diario de Hoy.
Además, a la persona se le informó que los beneficiarios sí pagarán por el inmueble: “Bukele dice que son ciento por ciento regaladas, pero los asesores nos dicen que todos han firmado contrato y que al menos mantenimiento y seguridad van a pagar”, comentó.
“Muchos de nosotros firmamos una promesa de venta con la constructora Global Developers por Salazar Romero, por el concepto de ‘seguridad, exclusividad y privacidad’ ofrecidos en la promoción de lo que al inicio se publicitó como ‘Ciudad Marsella’”, dice parte del texto de la petición de las personas que ya habían adquirido viviendas en dicha residencial.
A este respecto, la diputada Margarita Escobar, de ARENA, cuestiona que si bien hay que darle gracias a Dios porque las familias damnificadas tengan vivienda, quien va a pagarlas serán los que se consideran beneficiados. “Ojo, la va pagar la gente, no Bukele, hay una enorme contradicción en lo que dijo la ministra de Vivienda y la corrección de plana que le hicieron después”, subrayó.
Su colega efemelenista Yanci Urbina coincide con el planteamiento. “Al final de cuentas parece una ilusión porque esas modalidad de entrega ha estado muy nebulosa o en la oscuridad, de tal manera que muchas de las personas que han sido asignadas no tienen claridad en que si ellas van apagar bajo que modalidad y título”, declaró.
El Diario de Hoy llamó a las oficinas de la empresa Salazar Romero para consultar sobre la transacción, pero primero una recepcionista, quien se identificó como María Luisa, dijo que consultaría sobre la pregunta de la periodista, pero después se limitó a decir que Ciudad Marsella no es un proyecto de Salazar Romero, por lo tanto, indicó que nadie podía dar información al respecto.
Además se llamó a otros números móviles que aparecen publicados en la página de Facebook de Ciudad Marsella para dar información al público sobre las casas y no respondieron.