Cientos de propietarios o encargados de negocios de la colonia San Luis y sus alrededores, al norte de San Salvador, recibieron esta semana la llamada de advertencia: este mes, antes de Nochebuena, deben entregar el aguinaldo a la Mara Salvatrucha (MS-13), que es la que controla esos sectores, según comentaron algunos a El Diario de Hoy.
El aguinaldo es una cantidad de dinero igual a la que mes a mes entregan en concepto de extorsión, pero que los delincuentes le llaman “colaboración de seguridad”, aseguran los informantes.
“Es muy triste lo que tenemos que pasar, sobre todo porque no todos los negocios incrementan ventas en diciembre”, dijo un comerciante quien dijo estar en un dilema: a quién le paga primero el aguinaldo, ¿a sus empleados o a las pandillas?
Las ventas no están muy buenas; de hecho, resienten que en las últimas semanas han bajado a raíz del encarecimiento de alimentos y servicios. Por ejemplo, algunos propietarios de negocios de lavado de autos aseguran que la clientela ha disminuido.
Otros consideran que, en definitiva, no hay escapatoria; que tienen que pagar la cuota de la “renta”, más otra suma igual en concepto de aguinaldo, “para estar en paz y por su seguridad y la de sus empleados”.
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Todos los meses
De acuerdo con comerciantes afectados por la extorsión de pandillas, la Policía no les da soluciones al problema que mes a mes sufren: la entrega de la extorsión cuya cantidad depende del tamaño del negocio y del acuerdo que el propietario haya hecho con los pandilleros.
“Pregunté a la Policía qué podía hacer para ya no seguir pagando a esa gente, pero la verdad, no me dieron seguridad de nada”, comentó una persona afectada.
“Fíjese que llaman y dicen que mandarán a alguien. Luego llegan y dicen que van de parte de X persona. Casi siempre son diferentes personas que llegan. Andan en buenos carros”, comentó una víctima de extorsión de la colonia San Luis. “No son carros feos”, enfatizó.
En el caso de la colonia San Luis y sus alrededores, la extorsión la cobran en nombre de un tal “Giovanni”, que supuestamente está dentro de un centro penitenciario. Desde luego, los afectados aclaran que ese es solo un nombre, que bien podría ser falso.
Pero lo cierto es que llaman todos los meses desde diversos teléfonos celulares y nunca llega la misma persona a traer el dinero de la “colaboración por seguridad”. Incluso, algunos pandilleros les recuerdan cuando van a traer la “renta”, que si tienen problemas con alguien, que se los reporten para brindarles ayuda.
Cuando alguna víctima de extorsión les reniega para pagar la extorsión, ya sea porque no tiene o porque considera que la cantidad es muy alta, los pandilleros les suelen responder que tienen suerte de que sean ellos (la MS-13) quienes controlan ese territorio, porque los otros (miembros de otras organizaciones criminales) son más duros.
En el caso de algunos comerciantes, además de la renta deben hacerles otro tipo de favores adicionales. Por ejemplo, según las fuentes, a los carwash los obligan a que les laven los autos de gratis.
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Control total de la zona
Aunque no lo parezca, los pandilleros ejercen un minucioso control en la zona de la San Luis y sus alrededores. De acuerdo con las fuentes, un ejemplo de ello es un doble homicidio que fue cometido el 20 de febrero de 2020.
Ese día, desde una motocicleta ametrallaron un carwash que está próximo al Redondel Torogoz, resultando dos muertos y dos heridos. Las víctimas mortales fueron Jesús y Josué, de 19 y 20 años. Los dos eran empleados del carwash. Uno de ellos, según las fuentes, no tenía mucho tiempo de haber conseguido el empleo.
Luego del ataque, los pandilleros hicieron saber a los comerciantes extorsionados que no sintieran miedo, que no se preocupara, que uno de los muertos era un pandillero contrario que estaba en infiltrado en la zona.
El “pago de aguinaldo” que exigen las pandillas no afecta solo a los comerciantes de la colonia San Luis, sino a muchos sectores. Esto último se percibe también en el rubro del transporte público.
En las últimas semanas varias rutas de autobuses y microbuses han realizado paros de labores debido a que las pandillas han fijado altas sumas de dinero como contribución de fin de año. Algunos dueños de unidades se niegan a entregar esa extorsión y es cuando los empleados deciden no salir a trabajar por temor a ser asesinados, como ha ocurrido en muchos casos.
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