Exmarero fue ejecutado por la pandilla a la que perteneció en Sacacoyo, según la Policía

Las autoridades sospechan que el homicidio fue cometido por una purga interna en la Mara Salvatrucha. Mientras, familiares aseguran que la víctima ya tenía 10 años de haber dejado la pandilla.

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Por David Carpio

2019-05-12 3:56:22

Familiares de José Antonio Quintanilla, de 36 años, cuentan cómo la noche del sábado 11 de mayo un grupo de cinco encapuchados sacó de su casa a su pariente, para luego ejecutarlo en la quebrada Los Encuentros, en el municipio de Sacacoyo, en el departamento de La Libertad.

El hombre fue privado de libertad para luego ser acribillado en la quebrada, en el sector conocido como río La Pedrera, en el caserío La Joya, cantón La Montañita, en dicha jusrisdicción. Dicha zona se encuentra a unos 15 minutos de la vivienda de Quintanilla, señaló la Policía.

Según los familiares, Quintanilla se encontraba descansando en su casa, cuando a eso de las 8:30 de la noche del sábado, cinco hombres encapuchados y con ropas oscuras irrumpieron en la vivienda.

“Entraron y nos ataron y encapucharon a todos los que estábamos ahí. A él (Quintanilla) lo golpearon y lo sacaron de la casa, desde ese momento ya no supimos nada de él”, indicó un familiar.

Fue hasta las 8:00 de la mañana de este domingo que el cadáver de Quintanilla fue encontrado en la quebrada, el cuerpo tenía varios impactos de bala en diferentes partes del cuerpo, y una nota en su pecho dejada por sus ejecutores.

“La nota decía muerte a las ratas. Presumimos que quisieron hacer pensar que fue un grupo de exterminio el que ejecutó a la víctima, sin embargo parece que fue la misma MS la que lo hizo”, señaló un agente.

Agregó que el cuerpo de la víctima tenía varios impactos de bala en diferentes partes, y que tenía un tatuaje de la MS en el pecho, por lo que no descartan que el homicidio se trate de una purga interna de la pandilla.

Los familiares confirmaron que Quintanilla perteneció a la pandilla, pero que ya tenía 10 años de haberla dejado, sospechan que el salirse del grupo delincuencial le costó la vida.

“Nunca nos dijo si recibía amenazas por ya no estar en la pandilla, pero al parecer eso no les gustó”, señaló un familiar.

Agregó que Quintanilla tenía dos años y medio de haber salido de prisión, donde cumplió una pena de 10 años por homicidio simple.

“Estuvo cuatro años en el penal de Sonsonate, y los otros seis en el penal de Apanteos”, apuntaron los parientes.