EE. UU. rechaza más de la mitad de visas a salvadoreños, así podés evitarlo

Si tenés planeado solicitar una visa estadounidense de turismo o negocios, conviene que prestés atención a las estadísticas más recientes. El Salvador se encuentra entre los países centroamericanos con menor tasa de aprobación de visas B-1/B-2 (turismo/negocios), según datos del Departamento de Estado de Estados Unidos publicados en julio de 2025.

Durante el año fiscal 2024 (del 1.º de octubre de 2023 al 30 de septiembre de 2024), solo el 47.3 % de las solicitudes salvadoreñas fueron aprobadas, mientras que el 52.7 % fueron rechazadas. En la región, únicamente Nicaragua presenta una tasa de aprobación más baja.

En contraste, países como Costa Rica y Panamá reportan tasas superiores al 70 %. De hecho, Costa Rica lidera con un 87.3 % de aprobación, seguida por Panamá con un 80 %, Belice con un 70.5 %, y Guatemala con un 69.1 %. En América Latina, Uruguay sobresale con una tasa de aprobación del 97.4 %.

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¿Por qué te pueden rechazar la visa?

La ley de inmigración estadounidense establece distintas causales para denegar una visa. Una de las más frecuentes es que el solicitante no logra convencer al oficial consular de que regresará a su país tras la visita. En otras palabras, si no demostrás tener suficientes vínculos con El Salvador —como empleo, familia o estudios—, es probable que rechacen tu solicitud.

También se considera causa de rechazo si se solicita una categoría de visa incorrecta, o si se proporciona información falsa o incompleta. Aunque un solicitante sea rechazado varias veces en el mismo año fiscal, para fines estadísticos solo se contabiliza una vez, bajo la figura de “tasa ajustada de rechazo”.

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Lo que debés saber antes de la entrevista

De acuerdo con la experta migratoria Sandra Guevara, directora de COIMSAL Asesoría Migratoria, aprobar una visa no solo depende de los papeles, sino también del comportamiento durante la entrevista.

“A la hora que una visa de turista es aprobada, intervienen dos aspectos: el teórico, que es lo que exige la ley —capacidad económica y garantías de regreso—, y el práctico, que es cómo me desempeño ante el agente consular”, explicó Guevara.

La especialista subraya que la primera regla es no mentir. Si bien es importante presentar documentos que respalden lo que decís —como constancias laborales, bancarias o de estudio—, muchas veces los agentes no revisan todo por falta de tiempo, pero eso no significa que podés improvisar.

“El agente consular toma su decisión en pocos minutos y no solo con base en los requisitos legales, sino en la percepción que tiene del solicitante. Si sospecha que alguien miente, que usará la visa para quedarse o que no sabe a qué va, puede rechazarla sin más”, advierte.

En este sentido, Guevara recomienda prepararse con anticipación y tomar en cuenta estos puntos:

• Controlá los nervios

Evitá llegar agitado, sudoroso o con respuestas contradictorias. La calma y seguridad pueden marcar la diferencia.

• Conocé tu formulario

Todo lo que digás en la entrevista debe coincidir con lo que llenaste. Si vas con familia, asegúrense de dar respuestas coherentes entre todos. Si te ayudaron a completar el formulario, revísalo antes para comprender la información que está reflejada en el documento.

• Respondé con precisión

Las entrevistas suelen durar entre 3 y 5 minutos. Por eso, tus respuestas deben ser claras, breves y sin rodeos.

• Ensayá tus respuestas

En casos de adultos mayores o niños, practicá antes. Aunque no memoricés todo, sí debés saber lo esencial: a dónde vas, por qué, cuánto tiempo y cómo lo vas a financiar.

• Sé puntual y amable

Llegar a tiempo ayuda a mantener la calma. Además, el lenguaje no verbal —vestuario, contacto visual, postura— también comunica.

• Llevá todos los documentos ordenados

Incluso si no los revisan, es importante tenerlos listos: pasaporte vigente, formulario impreso, carta de trabajo, comprobantes financieros, etc.

• No llevés artículos prohibidos

Revisá qué podés ingresar y qué no, para evitar contratiempos en el ingreso a la embajada. No podés ingresar con teléfonos u otros dispositivos electrónicos, por ejemplo. Se pueden dejar en un casillero alquilado en la embajada.

De esta manera, solicitar una visa puede parecer un trámite sencillo, pero cada detalle cuenta. Prepararte con tiempo, ser honesto, conocer tu formulario y demostrar vínculos claros con El Salvador puede marcar la diferencia. 

“Con la estrategia correcta y una entrevista bien manejada, tenés más posibilidades de recibir ese esperado ‘aprobado’”, concluye la directora de COIMSAL.