Al filo de las 11:15 de la mañana la sirena policial se escuchaba, señal para que los sepultureros se coloquen el traje de bioseguridad, pues habrá otro entierro con protocolo COVID-19.
Entra una caravana de carros fúnebres, en uno de ellos viene el cadáver de Agustín Cano de 90 años, que murió en el Hospital El Salvador.
Fue sepultado con su esposa Julia Reyes de Cano, de 87 años, quien fue enterrada con protocolo COVID-19 el miércoles pasado en el cementerio municipal de Quezaltepeque, La Libertad.
Julia de Cano fue ingresada al hospital Saldaña, con un cuadro clínico de neumonía pero murió a los 3 días. Fue sepultada con protocolo COVID-19. Mientras que el cadáver de doña Julia esperaba para ser trasladado al cementerio, Don Agustín Cano era ingresado en Hospital El Salvador, asegura la familia.
La tendencia de las casos de muerte por el nuevo Coronavirus está en alza, en los primeros 20 días de octubre, ya murieron a causa de complicaciones por el SARS-CoV-2 149 hombres y 138 mujeres, para un alarmante total de 287, ya aproximándose a los 340 de septiembre, de acuerdo con información oficial del Ministerio de Salud, distribuida en redes sociales.
Las cifras traen mayor preocupación debido a que, de acuerdo con diversos epidemiólogos e infectólogos consultados, en El Salvador existe un fuerte subregistro en el número de contagios y fallecidos por covid-19. La cifra real, de acuerdo con fuentes médicas, sería de nueve a 10 veces superior a los reportes del Gobierno.
"Es doloroso pero sí fuéramos un poquito obedientes tuviéramos una oportunidad de vivir" , dice Aracely Meléndez de Cano. Así mismo exhorta a la población a que se cuiden y se vacunen ya que Don Agustín y su esposa Julia no tenían ninguna dosis, no se habían vacunado, el motivo era porque tenían temor por los malos comentarios de algunas personas. "Nadie tenía vacunas porque tenían miedo a morirse. La gente les decía que el virus les inyectaban"
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El encargado del cementerio, que prefirió no identificarse dijo que era raro el día que no haya entierro con protocolo COVID-19. "Ya no caben, uno se las ingenia como meter a la gente. Ya son 163 aparte de los que tengo que archivar", menciona a relación a la cifra de personas que han enterrado en el campo santo con protocolo COVID-19.
Una de las principales causas para el origen de los nuevos contagios es la relajación de las medidas de bioseguridad, lo que conlleva más casis graves en hospitales y posibles muertes.
De acuerdo con el índice de rigurosidad de la Universidad de Oxford, de 100 puntos posibles en el cumplimiento de medidas, en El Salvador el nivel está en 22 puntos. De esta forma el país posee el menor puntaje en el cumplimiento de medidas de bioseguridad en Centroamérica, junto con Nicaragua de la que se tiene pocos datos confirmados.