Soyapango sin agua: con 78 años y neumonía, Melda sale de casa para llenar una cubeta cuando pasan las pipas

A sus 78 años, con un cuadro de neumonía y bajo el riesgo de contagiarse de COVID-19, Melda Arístides no tiene otra opción que salir de su casa para intentar llenar una pequeña cubeta con el agua que reparten las eventuales pipas que llegan a su colonia en Soyapango. Decenas de miles de personas sufren la falta de agua potable en ese municipio, desde hace varios días.

Salir a conseguir agua se ha convertido en una de las tareas diarías de Melda, a sus 78 años.

Por Jonathan Tobías

2020-08-13 10:15:53

A paso lento y con mucho cuidado, Melda Aristides, una anciana de 78 años, sale de su vivienda en busca de agua. Ella vive en la colonia Bosques del Rio, en el municipio de Soyapango.

A pesar de su avanzada edad y de ser paciente diagnosticada de neumonía, siempre que escucha el ruido de las pipas, sale con su pequeña cubeta. Casi siempre pide amablemente a los repartidores que le ayuden a acarrear el agua hacia su vivienda. “Tengo miedo de salir pero que se le va a hacer”, dice y recalca que no le queda más opción que exponerse en las calles de uno de los municipios del Gran San Salvador más afectados por la pandemia.

La anciana trabajó, la mayor parte de su vida, en una fábrica textil. Actualmente, debido a su condición médica, se encuentra consumiendo fármacos y tratando de guardar todas las medidas de higiene y distanciamiento físico para evitar ser una víctima más del COVID-19.

Melda vive junto a uno de sus hijos y un nieto, pero ellos no pasan en casa la mayor parte del día debido a sus trabajos. Ella pasa sola y se resguarda en casa, solo la falta de agua potable y lamnecesidad del liquido la obligan a salir.

En algunas ocasiones, son los vecinos de la comunidad quienes ayudan a Melda a recoletar el agua potable. Foto EDH / Jessica Orellana

Con preocupación y temor, Melda sale y se acomoda su mascarilla. En el cuello lleva un pequeño crucifijo. Cree con fervor que Dios la cuida del COVID-19. Lleva 15 días sin agua en la pila de su casa y confiesa que espera cada tormenta para conseguir algo de agua de la lluvia. “No hay agua ni para lavar un plato”, expresa.

Cuando la necesidad es mucha, Melda relata que compra agua al vecino, quien le cobra $0.10 centavos por cada cántaro lleno. Situación que pasa muy amenudo debido a que el agua que logra obtener de la pipa solo le alcanza para un día.

Similar situación, de irregular acceso al agua potable, sufren otras 150 mil personas del municipio de Soyapango. Esto fue confirmado por el Alcalde del municipio, Juan Pablo Álvarez. Los residentes de Bosques del Río y sitios aledaños aseguran que la necesidad de obtener agua los está obligando a salir de sus casas en medio de la emergencia por COVID-19 y temen enfermarse o transmitir el virus a los más vulnerables de sus hogares.