El Salvador registra 21 niñas o adolescentes embarazadas cada día

El país registró, en la última década, 150,322 embarazos de niñas y adolescentes de 10 a 19 años.

Los casos, por año, fueron en descenso, hasta el 2024, respecto a los casi 25,000 embarazos que se registraron en el 2015.

El Salvador contabilizó en el 2024, un  total de 7,900 embarazos de niñas y adolescentes de 10 a 19 años, lo que representó un promedio de 21 casos por día, de acuerdo a los registros administrativos del Ministerio de Salud, consignó el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), durante el Festival llegar a Cero Embarazos, realizado en Sonsonate.

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Los casos representan una reducción, del 7.8% respecto al 2023 cuando se registraron 8,569 embarazos en las referidas edades; pero sobre todo en comparación al 2015.

Para entonces fueron 24,944 embarazos de niñas y adolescentes, a razón de 68 cada día.

El departamento de Ahuachapán es el que registra la mayor tasa de embarazo en niñas y adolescentes de 10-19 años, de acuerdo a las inscripciones prenatales por cada mil, siendo de 20.8. 

Le sigue Sonsonate con una tasa del 19.8 y La Paz con 18.4. 

El promedio nacional es de 15.1 por cada mil inscripciones prenatales en el Ministerio de Salud.

Las tasas más altas se concentran en las zonas occidental y oriental, por lo que el trabajo de prevención está concentrado en los departamentos que lo conforman.

Las cifras corresponden al Mapa de Embarazos 2024 , que en los próximos días será publicado por UNFPA.

“Esto no es solamente un embarazo. Detrás hay muchas historias; pero también tiene un impacto fuertísimo en las niñas en términos de oportunidades de continuar estudiando, de oportunidades de trayectorias laborales, luego de buscar trabajo, de cargas de trabajo porque son niñas que acaban cuidando a otros niños y afecta obviamente sus sueños”

Neus Bernabeu
UNFPA El Salvador

Uno de muchos casos

Una publicación de UNFPA relató la historia de una adolescente de 19 años quien reside en el distrito de Santo Domingo de Guzmán, en Sonsonate Centro.

A su corta edad se convirtió en madre de un niño, ahora de cuatro años. 

Quedó embarazada a los 14 años; pero los obstáculos que significó su estado a su corta edad no la detuvieron para superarse.

En la actualidad estudia la carrera de psicología. Además ha sido beneficiada en la formación en habilidades emprendedoras, implementado por la Iniciativa Llegar a Cero Embarazos en Niñas y Adolescentes. 

En esta ganó una actividad de emprendimiento de granja de cerdos.

“En ese momento estudiaba en el octavo grado y me tocaba decidir cómo hacer cada día: ir a clases, pero también ir al control de gestación. A veces perdía una cosa por ir a otra, fue bien difícil. La verdad lloré mucho, casi durante todo el embarazo. Lloré porque no sabía cómo hacer”, relató la joven en la publicación del UNFPA. 

Estancamiento 

Los datos del año pasado revelan que los casos de embarazo se registran principalmente entre las adolescentes de 15 a 19 años, con 7,539. 

En el grupo etario de 10 a 14 fueron 361 casos. 

La reducción de los embarazos en niñas de 10 a 14 años estuvo estancada entre el 2019 y 2021 cuando las cifras, en cada uno, sobrepasaba las 500 gestaciones en el referido grupo.

La representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en El Salvador, Neus Bernabeu, señaló que la mayoría de esos casos tenían relación con delitos de violencia sexual.

“Nosotros decimos que la reducción es importante; pero aún estamos hablando de 7,900 niñas y adolescentes embarazadas cada año. Y es tremendo, porque sabemos que detrás de cada embarazo hay unas situaciones muy complejas, muchas veces es falta de acceso a información, falta de acceso a servicios, situaciones de violencia sexual, pobreza. Entonces tenemos que atender todas esas problemáticas que pueden conducir a una adolescente, a ser mamá adolescente”, explicó Bernabeu.

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Uniones

Bernabeu relató que entre el 2015 y 2024 se registraron en los departamentos de Santa Ana, Sonsonate y Ahuachapán, occidente del país, 40,634 embarazos en niñas y adolescentes; de los cuales 1,898 fueron en niñas menores de 14 años.

La cifra total ha sido tal que, ejemplificó, que si se reuniera a dicho sector de la población, algunas con más de un embarazo a esa edad, se pudiera llenar los respectivos estadios municipales de las cabeceras departamentales.

Por ejemplo, el estadio Simeón Magaña de Ahuachapán fuera llenado ocho veces; el Ana Mercedes Campo, 2.9; y el Óscar Quiteño de Santa Ana, 2.3.

“Por otro lado decimos que las que son mamás adolescentes también tienen que tener las oportunidades de salir adelante, de apoyarlas para que continúen estudiando, para que puedan cuidar a sus hijos, para que puedan tener luego un trabajo digno. Entonces se trata de que todas estas niñas tengan oportunidades de seguir creciendo y seguir soñando. Por eso decimos que es un trabajo que tiene que durar y que tiene que sostenerse hasta que lleguemos a cero embarazo en niñas y adolescentes”, agregó la representante de UNFPA.

Los datos de la organización indican que en El Salvador una de cada tres mujeres fue madre antes de los 20 años.

¿Por qué hay embarazos?

Bernabeu explicó que cuando hablan con dicho sector, a través de grupos focales, sobre los factores que inciden en los casos de embarazos surgen varios motivos.

Entre ellos, la falta de comunicación, de confianza y de educación sexual. 

Además de malas influencias, abuso sexual, descuido de padres e hijos, curiosidad por experimentar, falta de consejos de padres e instituciones, desobediencia y falta de apoyo parental.

Otros factores que influyen son el machismo, problemas económicos (recursos para anticonceptivos), presión social (manipulación), la denominada “prueba de amor” y malas decisiones.

Una de las situaciones que preocupa a UNFPA, y que debe de ser abordada, es que el 72.1% de las niñas y adolescentes que son madres, ya estaban en una relación conyugal; es decir que no se acompañaron con su pareja tras el embarazo sino que previamente.

Ese porcentaje significa 23,067 adolescentes, lo que equivale al total de adolescentes del  municipio de San Salvador Centro.

“Tenemos que abordar ese tema de cambio cultural para que las uniones se retrasen. Algunas de estas personas unidas luego han sido madres”, señaló Bernabeu.

Según datos del Censo de Población y Vivienda 2024, la prevalencia de la experiencia de unión temprana en mujeres adolescentes es 2.3 veces más alta en las áreas rurales mayoritariamente deshabitadas que en las ciudades.

Prevención

Por tercer año consecutivo, varias instituciones se unen con el propósito de concienciar a la población con el objetivo de reducir la tasa de embarazos en niñas y adolescentes a nivel nacional.

Ya realizaron actividades en San Miguel y Sonsonate.

 El Festival llegar a Cero Embarazos 2025 finalizó el 24 de junio en San Salvador. 

La Iniciativa se implementa actualmente en tres departamentos del oriente del país: Usulután, San Miguel y La Unión, con el apoyo de la Unión Europea. 

En el occidente de El Salvador se implementa en Santa Ana, Sonsonate y Ahuachapán, con el apoyo de la Embajada de Canadá.

La misma busca comprometer a todos los actores, gubernamentales y no gubernamentales, a coordinar esfuerzos “para poner fin a esta práctica que limita las oportunidades de desarrollo de niñas y adolescentes, concentrando sus esfuerzos en los municipios con tasas persistentes de embarazo adolescente”, indicó el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Algunas de las acciones que se desarrollan son la formación de jóvenes; promoviendo su participación y sus derechos, incluyendo el trabajo con hombres jóvenes para reducir la violencia en sus entornos, motivando el desarrollo de sus comunidades.

Además de servicios integrales de atención a la violencia, apoyando a instituciones que prestan servicios integrales de atención a la violencia.

Otras de las actividades es la implementación del programa de becas Realiza tus Sueños, que es un apoyo a adolescentes para que continúen con sus estudios como medio para prevenir el embarazo y desarrollen sus proyectos de vida.

“Sabemos que no hay desarrollo sostenible si no garantizamos primero el bienestar y los derechos de nuestras niñas y adolescentes porque todos tenemos derecho a soñar, estudiar, jugar, crecer y decidir libremente sobre sus vidas. Desde el occidente del país reafirmamos nuestros esfuerzos colectivos. Llegar a cero no es un objetivo numérico. Es un esfuerzo que requiere ética, un llamado urgente y un horizonte que es posible”

 Douglas Mirón, jefe del departamento de Proyectos de la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO)