Recientemente el Ministerio de Salud de El Salvador (Minsal) anunció oficialmente la detección de la variante delta del SARS-COV-2 en el país. Sin embargo no se detalló ninguna información adicional, que es esencial para comprender el contexto del hallazgo.
Así, las preguntas clave:
1. ¿En cuántas muestras (de pacientes individuales) se identificó la variante delta? ¿En solo uno? ¿En varios? [asumiendo que se secuenció un lote de muestras].
2. ¿Cuántas muestras se secuenciaron en ese lote?
3. ¿En cuántas de estas muestras se identificó la variante delta? (%).
4. ¿Cuál es la variante dominante en el lote de muestras que se secuenciaron? (% por cada variante).
5. ¿Cuáles otra variantes se identificaron en ese lote?
6. ¿Cuándo se tomaron las muestras del lote secuenciado?
7. ¿Dónde se secuenció este lote de muestras? ¿En la UES? ¿En el INCIENSA de Costa Rica? ¿En el Instituto Gorgas de Panamá?
8. ¿Cuál es el estado clínico de los pacientes en los cuales se identificó la variante delta? ¿Asintomáticos? ¿Hospitalizados? ¿Fallecieron? ¿Ya se recuperaron?
9. ¿Cuál es el estado de vacunación de los pacientes en los cuales se identificó alguna variante de preocupación en ese lote, incluyendo la variante delta?
10. ¿Cuál es el Plan de vigilancia genómica en El Salvador? ¿Cada cuánto se secuencian los lotes?
Muchas veces informar sin contexto es casi como desinformar. Una de las obligaciones de la comunicación de riesgo es proveer certidumbre a la población, contextualizando y explicando los hallazgos y enfatizar cuál es
EXACTAMENTE la situación actual, qué es EXACTAMENTE lo que se esta haciendo para enfrentar la situación y detallar EXACTAMENTE qué es lo que se necesita que la población haga.
Un dato importante a tener en cuenta es que con esta variante, la pérdida del gusto y olfato no son tan frecuentes, por lo que incluso los síntomas de un resfriado común deben ser tratados con precaución. Video EDH/ Damaris Girón