El ministro de Salud, Francisco Alabí, confirmó ayer la circulación de la variante Delta del COVID-19 en el país, después del reporte de 16 muertes a causa del virus solo el pasado viernes 30 de julio.
“Dentro de las variantes de preocupación está la Delta, porque cambia la facilidad en la transmisión... Los síntomas que se comparten: elevación de temperatura, tos seca, proceso diarreico, complicación en el proceso respiratorio”, informó el funcionario.
Mientras que el presidente de la República, Nayib Bukele, informó que el primer caso con este linaje del Coronavirus se detectó dentro de la comunidad, “ por lo que es evidente que la variante Delta debe tener varios días de circulación comunitaria en nuestro país.Podrían ser ya cientos de casos”, detalló a través de su cuenta de Twitter.
Un dato importante a tener en cuenta es que con esta variante, la pérdida del gusto y olfato no son tan frecuentes, por lo que incluso los síntomas de un resfriado común deben ser tratados con precaución. Video EDH/ Damaris Girón
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Según información de la revista The Lancet, una persona infectada con Delta puede contagiar de 5 a 8 personas más, lo cual es sumamente peligroso porque esto incrementa el número de casos que requieren de hospitalización y se puede saturar la red de centros asistenciales. Aún no se comprueba una alta letalidad a causa de esta variante, pero sí su facilidad de transmisión y difícil identificación.
Síntomas de alerta
Dolor de cabeza, malestar de garganta, fiebre y secreción nasal.
Es la variante más contagiosa
La Organización Mundial de la Salud anunció un incremento medio del 80% de las infecciones en las últimas cuatro semanas en cinco de las seis regiones de la agencia. Detectada inicialmente en India, esta contagiosa variante está presente actualmente en 132 países y territorios, según la OMS.
Variante de preocupación
“La variante Delta es una advertencia de que el virus está evolucionando, pero también es una llamada a la acción. Tenemos que actuar ahora antes de que aparezcan variantes más peligrosas”, dijo Michael Ryan, director de Emergencias de la OMS.
El médico internista Mariano Chávez, quien trabaja en el Seguro Social, indicó en Twitter que cada vez es más difícil distinguir un cuadro clínico de COVID. “Ingresa un paciente con síntomas gastrointestinales con necesidad de noradrenalina, sospechando que es tifoidea. Sale COVID-19... cada vez más difícil diferenciar clínicamente el COVID del resto de enfermedades”, señaló el pasado 30 de julio.
Según la información de los Centros del Control y Prevención de Enfermedades, por sus siglas en inglés CDC, la variante Delta es de preocupación por la capacidad de infectar incluso a personas que están vacunadas.
Agrega que la persona infectada con Delta tiene 1,000 veces más partículas virales en sus sistema respiratorios superiores que las personas contagiadas con la variante original del virus, lo que permite que la persona contagiada desarrolle la enfermedad a cuatro días de una infección inicial, indicó Chunhuei Chi, director del Centro de Salud Global de la Universidad Estatal de Oregón. Mientras con los otros linajes del coronavirus, se presenta síntomas e infección dentro de alrededor de seis días.
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Los infectólogos Iván Solano Leiva, Jorge Panameño y el médico internista José Gonzalo Batres Baires alertaron sobre la circulación de la variante Delta en el país desde hace más de un mes, pero en ese entonces el ministro de Salud justificó que no se tenía una evidencia de secuenciación genómica.
“Tenemos una situación de alerta roja extrema porque esto no se duplica, (se contagia )de una forma exponencial, se pondrá una situación difícil y hay que tomar medidas especiales. Estamos viendo el accionar de la cepa Delta, no tengo pruebas, pero tampoco duda”, señaló Panameño a El Diario de Hoy, antes que el ministro de Salud informara de la presencia de esta variante.
La circulación de Delta se confirma en momentos en los que el país presenta un alza en nuevos contagios y en el número de muertos por efecto del SARS-CoV-2.
Alza de muertes como en 2020
Salud registró 16 muertes relacionadas a complicaciones por Covid-19 el viernes, número que iguala la cifra más alta de decesos registrada el 7 de agosto de 2020, en el período más álgido de la pandemia, el cual fue de junio a septiembre, cuando se pasó de registrar de 11 a 15 decesos a diario.
“Las vacunas han demostrado que todas me van ayudar a prevenir a que desarrolle una enfermedad grave, que me vaya a morir o que vaya a ingresar a unidad de cuidados intensivos. Hay una reducción importante del riesgo comparada con una persona no vacunada”.
Ante el alto número de muertes, Iván Solano Leiva muestra preocupación y destaca la importancia de realizar una vigilancia genómica y tomar las medidas necesarias para controlar la incidencia de contagios.
“Es preocupante que los datos oficiales hablan de 16 fallecidos y todavía seguimos dando discurso de que no hay que preocuparse. Ese discurso no debe ser así, por el contrario no debe alarmarnos, pero sí poner en alerta y darle el mensaje a la población que se tomen las medidas pertinentes para evitar tener más impactos”, aconsejó el galeno.
Además recordó que si Salud ha dado habla oficialmente de un alto número de fallecidos, el subregistro debe ser mayor.
Solano Leiva resaltó la hipótesis de que el incremento de muertes, el alza de contagios en población adolescente y jóvenes se ha dado por la circulación de Delta, basado en la práctica diaria de atender a sus pacientes en clínica.
Sin embargo, el infectólogo explicó que el incremento de decesos y contagios también se debe a bajas coberturas de vacunación adecuadas. “Puede ser que las coberturas de vacunación están siendo bajas por grupos etarios. Esos datos que sean transparentes y sean interpretados y analizados por expertos en salud pública y que se tomen las decisiones basadas en evidencia. Porque este problema de salud pública sigue siendo manejado por políticos”, remarcó.
Tanto Solano Leiva como Panameño y el ministro de Salud instaron a la población para que se vacunen, ya que una de las características que está presentando la mayoría de personas hospitalizadas a causa de COVID-19 es que tienen cero dosis o solo una.
“La mayoría de personas que ingresan por enfermedad grave tienen dos características, y es que no están vacunados o que solo tienen una dosis. Eso nos dice que la enfermedad presenta mayor actividad en la persona no vacunada y si estamos teniendo esta cantidad de personas infectadas y fallecidas quiere decir que no se está vacunando a la velocidad adecuada y no alcanza la velocidad que lleva el virus”.
Panameño señaló que en algunos centros de vacunación ha disminuido la afluencia de personas, “y probablemente detrás de esta desaceleración, se acelera la curva y se producen más casos, entonces va a haber más personas que requieren de hospitalización”, manifestó.
Panameño ejemplificó que si 145 personas están en estado crítico y forman parte del 25 % de población que requiere hospitalización según la literatura, “quiere decir que se están produciendo casi 3,000 casos diarios al día; entonces esto va ir en aumento, porque la vacunación por sí misma no es suficiente para parar la propagación. Porque la velocidad está siendo implacable y no hay nada que lo detenga”, argumentó.
Los médicos advierten que la estrategia de vacunación funciona, pero si se acompaña de la aplicación de medidas para parar la incidencia, sin embargo con el periodo de vacación la población se está exponiendo.
Panameño instó a las municipalidades a vigilar las aglomeraciones y tomar medidas de solicitar cartilla de vacunación hasta para las personas que quieran visitar las playas, tomando en cuenta que las personas vacunadas están protegidas “hasta los 14 días después de la última aplicación (dosis de vacuna) y no permitir grandes aglomeraciones, no se puede. Hoy son 16 muertos, ¿cuántos van a ser mañana? Estamos en plena tercera ola y muy poco se está haciendo para pararla. No basta con vacunar”, concluyó Panameño.
