Carmen Elizabeth Buruca, es una artesana de Yucuaiquín, La Unión, se prepara cada año para elaborar los ramos de palma que se venden en las afueras de las parroquias para celebrar el Domingo de Ramos.
Los ramos recuerdan la entrada triunfante de Jesús a Jerusalén relatada en los evangelios, lo que marca el inicio a la Semana Santa.
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Buruca tiene 47 años, el oficio lo aprendió a los 13, es una tradición de familia, desde esa edad viajaba con una tía a vender los ramos; y tomó la decisión de aprender.
Tiene alrededor de 20 años de estar viajando hasta Soyapango, ese es su mercado ahí tiene clientes en los alrededores de la Parroquia San Antonio.
"Los viernes desde las 3:00 de la madrugada me voy con la palma lista y la flor de coyol para hacer los ramos, es una tradición que tengo de familia de irme para ésta temporada hasta Soyapango a vender", agregó Buruca.
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Carmen, tiene muchos clientes que le compran el macito de flor, algunos lo ocupan para hacer los ramos a su gusto, pero otros es para esparcirlo dentro de los roperos para que el olor se impregne en la ropa.
"El que quiere la flor para ponerla en los roperos o gaveteros, compran de la que estila bastante olor", dice Buruca.
Hace muchos años que en Yucuaiquín se daba bastante la cosecha de la flor de coyol, pero ese recurso ha disminuido. Ya son pocos los terrenos donde la gente tiene un palo de esa clase.
Algunos artesanos deben viajar a otros lugares del departamento, o incluso, hasta Honduras para comprar la flor de coyol.