Lo que hacía única la Semana Santa

El mundo y la sociedad han cambiado tanto que hoy Semana Santa se asocia más con vacaciones, viajes al mar o a lugares lejanos, tráfico, gastos y tarjetas de crédito, que con los hechos maravillosos del tiempo de la vida y muerte de Jesucristo.

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Paolo Lüers. Foto EDH/ archivo

Por Pedro Roque

2021-03-27 9:52:47

Hoy, Domingo de Ramos, celebramos en el mundo Cristiano Occidental, Oriental y Ortodoxo el inicio de la Semana Santa, con la entrada de Jesús de Nazaret a Jerusalén donde, según los evangelios, la gente muy alegre lo recibió con cánticos, ramos de olivo y palmas, reconociéndolo como el Mesías, Hijo de Dios, por sus milagros en los días recientes y predigas sobre el amor y el perdón entre los hombres.
El cristianismo es una de las tres grandes religiones monoteístas, dispersas en todo el mundo y nacionalidades, cuya ciudad más importante es Jerusalén.
En un viaje técnico de estudio con empresarios de Valencia a Tokio, donde reina el Sintoísmo y el Budismo, el domingo temprano uno de los participantes averiguó con el conserje del hotel sobre la iglesia católica más próxima y fuimos a la misa de las diez de la mañana, a la iglesia católica de “Yodabashi en Shinjuku”… Y en mi primer viaje a Estambul, donde la principal religión es el Islam, conocí la iglesia católica de “San Antonio de Padua”. Y tanto en Tokio como en Estambul se siente algo especial encontrarse en la lejanía, en medio de las otras dos grandes religiones, iglesias católicas perfectamente cuidadas y con muchos feligreses del lugar.
Durante mucho tiempo los ramos de olivo y las palmas que se bendecían el Domingo de Ramos, se colocaban en lugares apropiados para que las visitas confirmaran que en la casa habitaba una familia cristiana y se tenía mucha fe en las palmas y ramos en forma de cruz de que protegían la casa y a la familia de los rayos y los fuertes vientos cuando había tormentas.
Y para los lectores jóvenes que no conocieron las tradiciones de Semana Santa en los años Cincuenta y Setenta en la ciudad donde nacieron sus padres, les comparto la respuesta de una amiga que emigró hace muchos años a San Francisco cuando le pregunté: ¿De que se acuerda de la Semana Santa en San Vicente?
Me acuerdo del Jueves Santo, cuando todas las mujeres, hombres, niños y niñas estrenaban ropa para ir a la iglesia y a la salida paseaban por el parque. También del almuerzo con pescado seco envuelto en huevo, especialmente, el Jueves Santo. Las torrejas, los jocotes y mangos en miel. El peculiar y trágico sonido de las matracas y las cadenas en la Procesión del Silencio en la noche del Jueves Santo, que era solo para los hombres. La procesión solemne del Santo Entierro el Viernes Santo por la tarde y el Sábado de Gloria ir a la laguna de Apastepeque a pasar buena parte del día. Cuando estudiaba en el Colegio Eucarístico, el Domingo de Resurrección había la procesión eucarística y teníamos que asistir vistiendo el uniforme de gala…
Pensando en esos años siento que quizás teníamos más respeto hacia la religión y por eso la Semana Santa era más religiosa que comercial.
El mundo y la sociedad han cambiado tanto, que hoy Semana Santa se asocia más con vacaciones, viajes al mar o a lugares lejanos, tráfico, gastos y tarjetas de crédito, que con los hechos maravillosos del tiempo de la vida y muerte de Jesucristo.
Incluso ofrecen viajes de “turismo religioso”, este año menos por la pandemia, pero los hay, a Tierra Santa y a las procesiones tradicionales en Sevilla, Málaga y Cádiz en España.
De nuevo aquí, le sugiero que si tiene previsto viajar, no olvide el mantenimiento previo de su vehículo. Ya sabemos que el parque vehicular triplica la capacidad de las carreteras y sumado el desorden, mejor salga temprano, tómese el viaje con calma y lleve como distraer a la familia en el trayecto.
Y si en estos días puede ir a su pueblo y recordar la Semana Santa de antaño, ahí le está esperando la iglesia donde lo bautizaron y tomo su primera comunión.
Disfrute sanamente las vacaciones, se las merece después de tanto encierro y vuelva sano. Y si no puede salir por falta de “chirilicas” y la subida de precios, por lo menos relájese y vea las películas que describen aquellos tiempos sagrados del inicio del Cristianismo.

Ingeniero/pedroroque.net