Luego de la peor semana de sus vidas, una familia de Apopa busca a Juan Antonio Recinos Méndez, un joven futbolista adscrito a la Fundación Educando a un Salvadoreño (FESA) quien el jueves pasado por la tarde salió de su casa a reunirse con un grupo de amigos que forman parte de un equipo de fútbol y ya no regresó.
Fesa es una organización sin fines de lucro que ofrece becas a jóvenes para su orientación humana, académica y deportiva.
Familia busca a niña que desapareció el domingo
Tras no regresar, su madre dice que lo llamó a su celular ese mismo día a las 7:00 de la noche, pero no contestó; eso hizo que fuera a la delegación policial de Apopa a poner la denuncia, además fue a las bartolinas El Penalito en el sector del redondel la Isla, a Medicina Legal, a los hospitales, pero nadie le informa del paradero de su hijo y no ha tenido respuesta.
EL PAPÁ
Tras ocho días de su desaparición, asegura su madre que no ha recibido una llamada telefónica que le de esperanzas; ni los policías del sector han llegado al menos a darle una palabra de consuelo.
“El jueves como a las 2:30 p.m. que desapareció mi hijo me pidió dos pesos (dos dólares); hay hijo vos solo sos pisto; me tomó los dos dólares y me dio los dos besos. Hay hijo que caros me salen tus besos. Se me quedó viendo y se puso a sonreír y salió”, fue el último diálogo que aquella madre tuvo con su hijo.
Solo dijo que iba “allá arriba”, al sector de la Ermita a menos de 500 metros de sus casa, donde siempre se reúnen con los demás integrantes del equipo.
La madre quien labora como enfermera y en sus tiempo libres es comerciante manifestó que los jóvenes en Apopa tienen dos grandes tropiezos, dice su madre; los policías y las pandillas. “A mi hijo siempre que lo interceptaban en las calles lo golpeaban; le pedían sus documentos y una vez que no los llevaba se lo llevaron a la delegación, y tuve que irlo a sacar; el policía me dijo, ¿porqué no anda DUI? porque lo perdió, le respondí, afirmó la señora.
Desapariciones no paran en El Salvador, pese a cuarentena
“Otro día un policía le dijo a mi hijo, si no te veo preso te van a encontrar en el río (Tomayate), esas fueron las palabras del policía, esas fueron amenazas”, lamentó la progenitora.
Juan Antonio trabajaba en el negocio de su padre, el cual funciona en la casa en la colonia Nueva Apopa, y en sus ratos libres entrenaba fútbol, afirmó su madre.