Kevin Armando Mártir desapareció el pasado lunes 01 de marzo. El joven de 26 años trabajaba como repartidor de paquetes alimenticios “PES” (Programa de Emergencia Sanitaria), impulsado por el gobierno en diferentes puntos del país. “Por no encontrar empleo, mi hijo comenzó a trabajar con el Gobierno”, comenta su madre, quien solicita ayuda para localizarlo.
Kevin completó sus estudios en Bachillerato Contable y se graduó de Programador Analista en la universidad. A pesar de su preparación académica, su familia expresa que pasó “mucho” tiempo sin encontrar un empleo, una situación frustrante para el joven.
El día en que desapareció, el pasado lunes 01 de marzo, Kevin salió de su casa, ubicada en Ciudad Delgado. Eran las cuatro de la tarde. Su madre relata que no pudo despedirse. Ella se encontraba, desde un día antes, contando las actas de votos de las recientes elecciones legislativas y municipales. “Cuando llegué a la casa, por la noche, pregunté dónde estaba, pero ya no lo encontré”, recuerda.
Familiares relatan que trataron, durante la noche de ese lunes, comunicarse con Kevin a través de una llamada telefónica, pero su celular se encontraba apagado. “Algo no estaba bien”, esa es la conclusión a la que su madre llega y describe que su hijo recibió amenazas en el pasado.
Un día después de la desaparición, residentes del barrio Las Victorias, en Ciudad Delgado, se comunicaron con los padres de Kevin para decirles que vieron a sujetos “encapuchados” "con apariencia de pandilleros” golpeando a un joven cuyas características coincidían con las descritas del joven.
Pasada las 48 horas de la desaparición, la familia colocó la denuncia en la Policía. “Ya pasaron muchos días. Acabamos de hablar con los agentes y no tienen nada de información, nada”, dicen los familiares y señalan que en la zona hay cámaras de vigilancias que no han sido utilizadas en la investigación hasta este momento.
Debido al poco interés por parte de las autoridades a cargo del caso, la familia no ha tenido otra opción que buscar a Kevin por sus propios medios. Los padres relatan que han recibido el apoyo de amistades y miembros de una congregación evangélica en donde asistían. “´Él es bien alegre, amigable con todo mundo. Participaba en la iglesia predicando y orando”, recuerda su madre.
Kevin era apasionado del Beatboxing, un estilo de música que se basa en la capacidad de producir ritmos de cualquier tipo, compases y sonidos musicales con la boca y los labios. “Estamos desesperados. Primero Dios vamos a encontrar a mi hijo sano y salvo”, dice la familia.
Si tiene información sobre el caso, la familia ha habilitado el siguiente número 7160-9816 para contactarlos.