Defensores de los Derechos Humanos en El Salvador
Hay personas que dedican su vida a defenderlos, defensores de derechos en el presente y en el pasado.
Los Derechos Humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier otra condición. Entre estos se incluyen el derecho a la vida y a la libertad; a no estar sometido ni a esclavitud ni a torturas; a la libertad de opinión y de expresión; a la educación y al trabajo, entre otros muchos, según Naciones Unidas. Hay personas que dedican su vida a defenderlos, defensores de derechos en el presente y en el pasado.
En esta edición, presentamos cuatro perfiles de salvadoreños que destacaron y aún destacan por su labor en defensa de los derechos humanos de la población salvadoreña y que alzaron la voz en denuncia de la represión y corrupción de los gobiernos de turno.
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez
(Ciudad Barrios, 15 de agosto de 1917 – San Salvador, 24 de marzo de 1980), conocido como monseñor Romero, hoy San Oscar romero, fue un sacerdote católico salvadoreño, cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980), célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos. Como arzobispo, denunció en sus homilías numerosas violaciones de los derechos humanos y manifestó en público su solidaridad hacia las víctimas de la violencia. Su asesinato provocó la protesta internacional en demanda del respeto a los derechos humanos en El Salvador. Junto con Martin Luther King, Jr. Y el pastor Dietrich Bonhoeffer, forma parte de la galería de los Diez Mártires del Siglo XX, en la Abadía de Westminster.
Herbert Ernesto Anaya Sanabria
(San Salvador; 1954; San Salvador; 26 de octubre de 1987) Inició sus actividades en la organización estudiantil Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños (AGEUS) en la década de 1970. Más tarde, en 1978, fue uno de los cofundadores de la organización de derechos humanos CDHES, en dónde fue su presidente. También trabajó para un comité de familiares de personas que fueron asesinadas o desaparecidas sin dejar rastro.
Murió asesinado cerca de su casa el 26 de octubre de 1987. Anaya fue el cuarto titular de CDHES asesinado o desaparecido en El Salvador durante la década de 1980, sin que ninguno de los casos se resolviera satisfactoriamente. El hijo de Anaya fue tiroteado y herido a principios de 1993 cuando hombres armados intentaron detener el automóvil de la viuda de Anaya, Mirna Perla de Anaya.
María Julia Hernández
(San Francisco Morazán, El Salvador, 30 de enero de 1938 -San Salvador, El Salvador, 30 de marzo de 2007) fue una activista salvadoreña que luchó por la defensa de los Derechos Humanos durante la guerra civil de El Salvador. Comenzó a laborar en la arquidiócesis de San Salvador en 1977, durante el ministerio episcopal de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, trabajando para denunciar los casos de violación a los derechos humanos en la época de preguerra. Luego del asesinato de Monseñor Romero, continuó como colaborador del nuevo arzobispo, Arturo Rivera y Damas. En 1983 fue nombrada directora de la Oficina de Tutela Legal del Arzobispado, cargo que desempeñó hasta su muerte.
Ruth Eleonora López Alfaro
(San Salvador, 27 de septiembre de 1977) es una abogada, notaria, docente universitaria, investigadora social y analista salvadoreña. Estudió en Derecho en la Universidad de La Habana. Se graduó en 1999 con honores, siendo reconocida como la mejor estudiante extranjera y la mejor estudiante de la Facultad de Derecho. Ha sido una destacada activista y
defensora de los derechos humanos, impulsora de la lucha contra la corrupción y la promoción de la transparencia institucional en El Salvador. En diciembre de 2024, fue reconocida por la BBC como una de las 100 mujeres más inspiradoras e influyentes del mundo.

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