A pesar de que el ministro de Salud, Francisco Alabí, señaló el miércoles que no existe una segunda ola de contagios por COVID-19 en el país, esta afirmación no tiene consistencia, según el doctor Eduardo Espinoza, miembro de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (ALAMES) capítulo El Salvador y exviceministro de Salud.
El 12 de octubre, el mismo Alabí habló de un posible repunte, pero el 21 de octubre lo descartó.
“Nadie puede negar enfáticamente la posibilidad de una segunda ola en el país. De hecho, ya existe una segunda ola que se ha desatado en China, en el sudeste asiático, en países europeos, y ya es solamente una cuestión de tiempo para que se presente en el país, si no es que ya está”, expresó Espinoza.
El funcionario Alabí dijo en YSKL el miércoles que “el COVID-19 no es una enfermedad estacional, y por eso no hablamos de una segunda ola. Probablemente sea porque la mayoría de la población ya se contagió en la primera ola; según nuestros indicadores, se contuvo la segunda ola, no tenemos mayor ascenso en la curva de contagios”.
Para Espinoza, el problema es justamente que no hay confianza en esos indicadores que menciona el titular de Salud.
“El problema acá es que la incredibilidad existente en los datos del Ministerio de Salud, es demasiado elevada, y ha venido a complicarse adicionalmente con la reserva que ha decretado el ministerio sobre los datos relacionados a la pandemia hasta el año 2022. Esto aumenta todavía más la incredibilidad de estos datos. Esto no hace posible conocer con esta política, tener fe en los datos, y darnos cuenta si realmente tenemos, o no, una segunda ola en el país”, profundizó Espinoza.
Alabí mencionó que hubo un leve incremento de casos nuevos, pero luego la cifra disminuyó. El jueves, el reporte de casos nuevos fue de 159. Pero para Espinoza, “la baja en los casos de COVID-19 es, hasta cierto punto, difícil de precisar, por la incredibilidad de los datos del Ministerio”.
¿Ola o no ola?
El infectólogo Iván Solano Leiva, miembro del Colegio Médico aclaró que técnicamente no se puede hablar de que ha terminado la primera ola de contagios, pues antes tienen que pasar 35 días en el país sin reportarse ni un tan solo caso.
Por su parte, el epidemiólogo Jorge Panameño alertó este viernes que “comenzamos hace unos 16 días a notar que esto venía subiendo y fue el gremio médico los que dimos la voz de alarma de que estaba ocurriendo eso. Esto porque hemos notado que hay un aumento en las consultas de estos casos, pero debe transcurrir un periodo no menor de tres semanas antes de definir y categorizar el fenómeno”.
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Aclaró Panameño que ellos como Colegio Médico se basan en la asistencia de personas a los hospitales con síntomas de COVID-19 y a reportes de las alcaldías, pues desde hace meses no toman en cuenta los datos del Gobierno, pues a su juicio no tienen certeza técnica.
La ciudadanía no debe bajar la guardia, insistió Panameño, al comentar que “todo indica que se trata de un rebrote que no va a alcanzar las dimensiones de una segunda ola, pero también es difícil también hablar de una segunda ola porque no hemos llegado a cero casos nunca”.
También el infectólogo Mario Gamero alertó que “hay una posibilidad de que exista un rebrote, por el hecho que de alguna manera se han bajado un poco la guardia en las medidas, los buses van completamente llenos, no guardan nada de medidas ahí; en los bares y restaurantes, que fueron los primeros que cerraron en Europa, que eran las causas de volver a reinfectar a la población, así como también las fiestas familiares.
Todo eso condiciona que haya más contactos, más susceptibles y más infectados”.
Solano Leiva lamentó que “he visto videos de discotecas en donde están al 105% de capacidad y qué se puede esperar de que se mantengan las medidas de prevención. Obviamente si están ingiriendo bebidas, están comiendo en una discoteca, van a estar sin mascarillas”, ante el descontrol de las autoridades de Salud en estos establecimientos.
El exviceministro Espinoza cerró con el énfasis en que es difícil determinar si se trata de un rebrote, nueva ola o repunte, porque no hay certeza en los datos del Ejecutivo, y “no es posible precisar nada, si ya finalizó la primera ola y comenzó la segunda, o qué impacto están teniendo las acciones que se ponen en marcha para controlar la epidemia” por parte de las autoridades de Salud.
Ante este panorama, la responsabilidad principal recae en la ciudadanía, que debe mantener los protocolos de higiene y bioseguridad para no contagiarse del virus.