El ingreso a los cementerios será permitido este 2 de noviembre, Día de Difuntos, pero con restricciones y medidas sanitarias para evitar contagios de COVID-19, de acuerdo con lo anunciado por el Ministerio de Salud y diversas alcaldías.
“Debe de establecerse de parte de todos los administradores el cumplimiento de todos los protocolos de bioseguridad, verificación del uso de mascarillas y garantizar el distanciamiento social”, dijo Alabí.
Las medidas restrictivas según el acuerdo número 1772 emitido por el ministerio de Salud son:
No se permitirá el ingreso de mujeres embarazadas, niños ni personas de la tercera edad a los campos santos, puesto que es un grupo vulnerable y de alta susceptibilidad de contagio.
No se permitirá ingresar alimentos y comer dentro de los cementerios.
Cada persona tendrá un máximo de una hora de estancia dentro de los cementerios con el fin de evitar aglomeraciones.
Por cada sepultura sólo se permitirá la estancia de tres personas y deben de guardar distanciamiento entre ellas.
Se exigirá el uso de mascarillas y las administraciones están obligados a facilitar recursos de desinfección como el alcohol gel y las bandejas para desinfectar zapatos en las entradas principales de las instalaciones.
La toma de temperatura es obligatoria para los usuarios y empleados.
No se permite el ingreso de vendedores ambulantes, pero sí a personas que se dedican a arreglar las sepulturas.
No se permitirán floreros con agua para evitar criaderos de zancudos y prevenir alza de casos de dengue.
Dentro de los cementerios deben de divulgarse constantemente las medidas de prevención para evitar contagios de COVID-19.
Las administraciones también deben de colocar depositos para que las personas desechen de forma segura mascarillas, guates u otros objetos de peligro biológico.
Los cementerios que tengan áreas de fallecidos por COVID-19 deben de evitar el ingreso de los usuarios a estas áreas.
El ministro informó que ese día tampoco se programarán inhumaciones bajo protocolo COVID para evitar arriesgar a la población.
Ante el anuncio del ministerio de Salud algunas municipalidades han optado por tomar otras medidas, una de ellas es Ahuachápan que permitirá las ventas afuera de los cementerios, pero ha establecido como obligación cumplir con el distanciamiento social.
El alcalde de Ahuachapán, Abilio Flores, señaló que las ventas se instalarán en la calle que conduce desde el parque La Concordia hasta el parque La Concordia, porque “la activación económica es necesaria”.
Pero aclaró que no van a permitir que los negocios, que se instalan a lo largo de cuatro o cinco cuadras, coloquen mesas y sillas. Esto para evitar la aglomeración de las personas.
Todas las medidas serán verificadas por empleados municipales y de la Unidad de Salud, entidad con la que han coordinado las acciones, explicó el edil.
En San Francisco Gotera, Morazán, también han tomado medidas para la prevención de contagios y a diferencia de Ahuachapán que permitirá el comercio de objetos sólo fuera de los campos santos, esta municipalidad los permitirá en los alrededores, afuera y al interior. También darán de 40 minutos a una hora para colocar las ofrendas florales.
El alcalde Nahin Ferrufino comentó que según análisis recientes el porcentaje de casos positivos en San Francisco Gotera es cercano al 20%, “recordemos que con el cerco sanitario estábamos a 18.2, es preocupante el nivel de contagio, y era de esperar cuando se abrió el comercio, la gente en la calle cree que el virus ya se fue y eso no es cierto” dijo el alcalde.
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Médico recomienda suspender actividades del 2 de noviembre
Para Ricardo Lara, salubrista y epidemiólogo, la mejor opción para prevenir contagios masivos de COVID-19 sería la suspensión de todo tipo de actividades, puesto que es un día que conlleva movilidad de diferentes lugares del país, aglomeraciones y el distanciamiento físico es casi imposible, puesto que los nichos no tienen ni dos metros de distancia.
Además, señaló que el protocolo que ha establecido el ministerio de Salud no contempla un control estricto del comercio informal y en este caso las alcaldías tendrían que ser las responsables de establecer controles o suspender las visitas a los campos santos como una medida sanitaria.
“El 2 de noviembre es un altísimo factor de contagio que debió de haberse suspendido como una medida sanitaria y acuerdo municipal porque no se puede controlar a la población que se va a desbordar con el comercio. Además, es un encuentro familiar, van a llegar por ejemplo tres personas de tres lugares diferentes, nada garantiza que serán miembros de la misma casa porque hay tumbas que son generacionales”, explicó.
Aseguró que el contacto migratorio será desde cualquier punto del país y esto contribuye a contagios masivos y nexos epidemiológicos, lo que podría causar brotes en diferentes lugares. Para el experto faltó un “intensa campaña de educación” y concientización respecto a la prevención de contagios de COVID-19.
“Se tendría que haber dado una masificación de anuncios, concientización, de educación para la salud en torno al corornavirus porque a ese nivel de aglomeraciones y de movilidad porque la gente se mueve de cualquier punto del país para enflorar y siendo la última actividad de este año que tiene una gran movilidad se debió de haber suspendido desde el punto de vista sanitario por el desconocimiento de la realidad epidemiológica”, manifestó.
Señaló que acciones como la toma de temperatura, el distanciamiento físico y tiempo de estancia no son medidas que garanticen seguridad en la prevención de contagios.
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Respecto a la actividad Alabí recordó que la “autoconciencia” es la mejor herramienta para evitar los contagios masivos de la enfermedad.
El Salvador tiene siete meses de estar lidiando con la pandemia causada por el COVID-19, y según el Ejecutivo hasta el momento los datos no revelan que el país esté frente a una segunda ola de contagios.
“Los últimos datos y actualizaciones de acuerdo a la información recolectada por nuestro equipo Interdiciplinario de Contención Epidemiológica mediante el tamizaje comunitario y centinela que se viene dando en seis puntos y en todo el territorio, en los últimos cinco días aparentemente estamos fuera de esa alerta o posibilidad de una segunda ola epidemiológica por este momento”, dijo el funcionario.
Explicó que de acuerdo a los datos sobre contagios obtenidos durante el periodo del 8 al 14 de septiembre donde hubo alza y se identificaron brotes en la zona oriental y occidental del país se temía una segunda ola de contagios, pero por el momento está descartada.
Respecto a esto, Lara aseguró que se desconoce la situación epidemiológica del país y no se sabe en qué etapa de la pandemia se está.
“¿Cuál es la realidad epidemiológica del coronavirus en El Salvador? nadie lo sabe, yo no creo en los datos epidemiológicos que el ministerio ha dado en este momento, por eso debió de haberse suspendido la actividad del 2 de noviembre y se evitan todos los aspectos que no se pueden controlar como el comercio y las aglomeraciones”, concluyó.
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