Angustia, indignación e impotencia. Eso es lo que han vivido esta mañana cientos de personas que ya llevan 30 más días en centros de contención como en los hoteles Plaza y Las Palmeras de Sonsonate; Alicante en Apaneca y Bahía del Sol en La Paz.
La noticia de que los 10 días que estuvo en la Villa Centromericana, en Ayutuxtepeque, “no cuentan” y que a los 20 días que ya pasó confinado en el hotel Bahía del Sol no serán los últimos hizo que al Gilberto (nombre ficticio) se le quebrara la voz: “Me están sumando 10 días más a partir de mañana. Disculpe estoy alterado. Tengo 20 días acá encerrado y ya no puedo más con esto…”.
Gilberto está preocupado porque en su casa lo esperan su esposa y una niña de cuatro años para la que es difícil estar encerrada. Él es el proveedor de su hogar y en casa ya no tienen cómo abastecerse de lo necesario. Como emprendedor, sus ingresos dependen de las ventas que logra hacer. Encerrado no puede aportar.
La impotencia de Gilberto, también siente Teresa. Ella acompañó a su padre a una cirugía ocupar en Guatemala, como parte del programa Operación Milagro. El 12 de marzo, al volver, fueron enviados al centro de contención de Jiquilisco. Dos días después, al padre de Teresa se le subió el azúcar y ambos fueron enviados al hospital Saldaña. Ahí les hicieron la prueba del COVID-19, que para ambos tuvo resultado negativo.
Al constatar que no estaban contagiados, ellos y otros 10 adultos mayores fueron enviados a Atami. Este domingo cumplen 31 días de estar en cuarentena, pero nadie les dice si les darán el alta y cuándo regresarán a sus casas. Eso es lo único que quieren saber.
En el hotel Alicante, de Apaneca, también hay indignación. Igual que en Bahía del Sol, recibieron la noticia de que deberán quedarse más tiempo porque les quieren hacer una segunda y tercera prueba del COVID-19.
Mientras tanto, en el hotel Winsor Plaza, varias personas con 30 días de cuarentena han recibido la noticia de que no los dejarán ir a sus casas porque Salud todavía no les ha hecho la prueba. Esto ocurre luego que, el 10 de abril, 98 personas que estaban en cuarentena en el hotel Gardenia Inn de San Salvador volvieron a sus casas, pese a que Salud no les había hecho las pruebas.