La Fiscalía General pidió al juzgado Segundo de Sentencia que José Adán Salazar Umaña, el ex alcalde de Metapán, Juan Umaña Samayoa y tres familiares sean condenados entre 15 y 20 años de prisión por haber lavado más de $135 millones, derivados de evasión de impuestos y narcotráfico, según las investigaciones fiscales.
Uno de los fiscales del caso le pidió al tribunal que les imponga la pena máxima por el delito de lavado de dinero, la cual tiene una pena máxima de 15 años de prisión, pero debido a que el delito tiene el agravante de ser continuado la condena podría extenderse hasta 20 años de cárcel.
“El Código Penal establece el delito continuado, la modalidad de este delito (lavado de dinero), tiene que ser la pena máxima. Nosotros vamos a solicitar la pena máxima”, dijo el fiscal del caso.
VEA: Empleados de Gumarsal involucran a Chepe Diablo y su familia en lavado de dinero
Agregó que dentro de la prueba presentada en el juicio existen una serie de escuchas telefónicas entre los imputados y otras personas que demuestran la participación de los procesados en los hechos delictivos que se les imputa. Esas intervenciones telefónicas serán valoradas por los jueces del tribunal, dijo el fiscal.
“Llevamos dos delitos fuentes, delitos precedentes. Parte de lo que se está exponiendo es el delito de evasión de impuestos y delito de narcotráfico. El origen ilícito producto de esto se ocupaban de diferentes modalidades de lavado de dinero que son adquisiciones de muebles e inmuebles que se desconoce el origen de esto. Son diferentes sociedades que se han creado como fachadas”, dijo el fiscal.
La representación fiscal detalló en el juicio que la pericia financiera contable demostró que Chepe Diablo tuvo un incremento patrimonial no justificado por más de $8 millones, entre 2003 y 2017, en el que supuestamente, adquirió inmuebles, vehículos, acciones, entre otros.
VEA: Fiscalía asegura que “Chepe Diablo” y familia tuvieron incremento patrimonial por $508 millones
En ese sentido, Fiscalía pidió que la responsabilidad civil para Salazar Umaña sea por un monto de más 1.6 millones; mientras que para su grupo familiar $5.6 millones.
Además con la pericia financiera contable se pudo establecer que entre los años 2004 y 2007, adquirieron 16 vehículos por un monto de $139, 168.82, los cuales se desconoce el origen de los fondos.
Entre los vehículos figura un carro deportivo comprado en 2005 por un valor de $25,000, pero tres años después, fue vendido por $40,000.
Los fiscales explicaron a los jueces que con la prueba presentada en el juicio se ha pretendido demostrar que no es delito de evasión de impuestos el que han cometido los procesados, sino que lavado de dinero en sus diferentes tipologías, (adquisición de inmuebles, y su posterior venta, venta de vehículos a mayor precio, entre otros).
Tanto Salazar Umaña como Umaña Samayoa aseguraron en su declaración ante el tribunal que ellos son personas trabajadoras desde su adolescencia y que con esfuerzos han logrado crear empresas que han sido muy rentables, lo que les ha permitido obtener utilidades para reinvertirlas y hacer crecer a las mismas.