“Estamos colapsados. Yo, con Protección Civil que somos los encargados en este movimiento ya no hallamos que hacer, no le hallamos salida a esto. Espacios no tengo, es mentirle con decirle que tengo espacio, lo que hago es rebuscarme y en un medio espacio yo lo entierro, pero ahorita ya no puedo enterrar a nadie porque el problema es que las personas hoy compran su puesto y lo tienen a perpetuidad y ya no puedo tocarle ese espacio”, esa es la preocupación de Daniel Santos Hernández, el administrador del cementerio municipal de Quezaltepeque, pues el lugar se ha saturado por el aumento de inhumaciones de personas confirmados o sospechosos de covid-19.
Eran las 11:40 de la mañana cuando Santos y el representante de la Comisión Municipal de Protección Civil recibieron a la funeraria que traía el cadáver de la última persona que iban a enterrar bajo ese protocolo debido a la falta de espacios.
En el municipio se contabilizan 84 casos de COVID-19 y hasta la fecha han enterrado un total de 40 personas bajo sospechas del coronavirus. El mayor número de inhumaciones, que son 23, se han realizado en julio.