Santa Ana 21oC   89% H San Salvador 22oC   94% H San Miguel 22oC   94% H Surf City 22oC   94% H
  mapa
EDH

Temporada de Navidad Conciertos en El Salvador Festivales Turismo en El Salvador Noticias

Banner versión desktop Banner versión móvil
   CONTENIDO DE ARCHIVO: ¡Estás navegando en el pasado! 🚀 Da el salto a la nueva versión de elsalvador.com. Te invitamos a visitar el nuevo portal país donde coincidimos todos.
16792-130870-FR-ENTREGA-DE-PAQUETES-EN-PENAL-DE-MARIONA004-SDARC-174521

El café es la “moneda” para comprar lo que sea en las cárceles

El intercambio o trueque es una práctica de convivencia que ayuda a los reos a suplir sus necesidades.

Avatar del autor

Por Lissette Lemus
Publicado el 06 de enero de 2024


Ante la falta de información por parte de las autoridades de Centros Penales, una de las dudas frecuentes entre los familiares de los detenidos es si, es más acertado llevarles paquetes o depositarles dinero a través del sistema carcelario.

Benjamin Amaya, padre de la periodista Carolina Amaya, quien estuvo en prisión 10 meses, concluye que ambas acciones son de gran ayuda para las personas detenidas y revela que el café es uno de los mayores tesoros dentro de la prisión, porque es la moneda de cambio.

“El que tiene mucho café se vuelve poderoso porque tiene para comprar todo lo que ve. Imagínense una persona que tenga 500 cafés, son como 125 dólares” asegura Benjamín.

¿Cómo funciona este sistema de trueque?

El agricultor explica que el café sirve para mantenerse activo, solventar necesidades y comprar cualquier cosa, que de otra manera les tocaría pagar un alto costo en la tienda penitenciaria, en la cual solo una caja de café llega a valer hasta 14 dólares.

Entre los reos, una libra de azúcar se puede intercambiar por cinco bolsitas de café, lo que en dinero les tocaría pagar un dólar aproximadamente en la tienda penitenciaria.

Así, un reo común puede vender la pieza de pollo de su almuerzo por un equivalente a cinco o seis cafés. Un chorizo puede costar dos cafés, pero si es argentino vale tres. Una tortilla puede cambiarse por un café.

Pero el intercambio va más allá de la comida, un reo que tiene café puede comprar medicina, ropa, chancletas y hasta lentes graduados. Una camisa puede costar de tres a cinco cafés, un short cuesta tres o cuatro cafés, las chancletas o yinas se pueden conseguir por cinco cafés.

Esto se debe a que a algunos reos les llevan ropa y yinas en cada paquete y se les van acumulando, pero a otros no les llevan, eso permite el trueque. En otros casos, la necesidad hace que algunos reos cambien objetos personales indispensables.

“Estos lentes los compré en 10 cafés, en la granja de Zacatecoluca, pero en Mariona compré otros lentes que eran número 100, que solo me servían para refrescarme la vista, por los que había dado 20 cafés, los vendí por lo mismo porque casi no los había usado mucho y compré estos por 10, me sobraron 10 cafés” narra, con el orgullo de un hombre que aprendió a hacer trueques dentro de la cárcel.

Benjamín dice que los lentes los utilizaba en la prisión solo para leer la Biblia, a pesar que hay una pequeña biblioteca con enciclopedias y revistas.

En conclusión, Benjamin recomienda incluir café en los paquetes que llevan a sus familiares para darles la oportunidad de intercambiar, aunque reconoce que todos los reos saben que muchas veces no les llega completo.

Por otra parte, asegura que el depósito de dinero les ayuda a solventar necesidades o comprar productos en la tienda del penal para luego hacer intercambio con otros internos.

REGRESAR A LA PORTADA

💡
¿Qué deseas ver ahora?