El dato de la aprobación del 85.2% de los alumnos en la prueba de Capacidades y Competencias, conocida como Avanzo, así como el resto de resultados ha ocasionado preocupación y escepticismos en la comunidad académica, tanto las gremiales de docentes como al investigador en Educación Matemática de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), Jeser Candray.
El especialista Candray argumentó que los datos que arrojó Avanzo son poco creíbles y que no pueden ser tomados por una institución seria como referencia o como una evaluación de aprendizaje en el nivel de educación media, porque difieren del resultado de las pruebas hechas a los docentes y del examen hecho a los aspirantes a estudiantes de la Universidad de El Salvador, del cual solo el 5 % aprobó.
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“Es una prueba que carece de credibilidad porque no sabemos cuál es su origen, el secretismo con reserva de información, en segundo lugar no se ajusta a los resultados de otros pruebas que podrían dar ese marco como es el caso de la prueba de la UES, la prueba de los profesores que es muy importante incluirlo ahí, que son resultados que no validan ese optimismo”, argumentó Candray.
A juicio del investigador, los resultados de que el 85 % de bachilleres aprobaron la prueba, distan de la cifra de los aspirantes a estudiar en la sede central de la Universidad de El Salvador, la cual solo fue superada por 1,098 bachilleres de los 24,273 estudiantes que se sometieron al proceso.
Además, argumenta que los resultados de Avanzo son incongruentes con los resultados del examen hecho a 17,284 educadores que participaron en la prueba de conocimiento general, y en el que solo el 19.1 % logró pasar con 21 a 30 aciertos, mientras que el 80.9 % reprobó al lograr de 20 a 0 aciertos.
Según Candray los resultado de la prueba hecha al sector docente sirvió al Mined para señalar a las universidades sobre la poca capacidad para formar a los docentes, mientras que la prueba Avanzo al igual que la PAES, ha sido utilizada para evaluar el trabajo del Mined, razón por la cual ha sido utilizada como herramienta de promoción de la institución, “porque no están utilizando una prueba diagnóstica para evaluar el aprendizaje sino que está siendo utilizada como herramienta de publicidad del Ministerio de Educación”, subrayó, Candray.
El especialista sostiene que incluso las declaraciones de la ministra, Carla Hananía de Varela, hacia el sector magisterial y el resultado de la prueba son incongruentes, debido a que la funcionaria se ha expresado en forma peyorativa contra los docentes.
“La misma ministra dice que los resultados se debe a que este año (alumnos) han tenido más tiempo con los profesores, pero si en la evaluación dicen que los profesores son malos, incluso ella emitió palabras humillantes a los profesores, no tiene sentido esa cuenta(datos de aprobación), ahí el tema es la credibilidad de la prueba”, manifestó Candray.
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La falta de credibilidad radica en el origen de la prueba, porque se desconoce cómo se elabora, cuál es la fuente de los ítems, debido a que el Mined ha declarado información reservada las Bases de Datos de la Prueba Avanzo, la cual tiene restricción por siete años desde mayo de 2021.
Según el Mined, alrededor de 64,000 estudiantes se sometieron a la prueba, el 55 % fueron mujeres y el 45 % hombres.
El nivel intermedio de aprobación fue el 57.9% y el básico 1.8%. Las asignaturas con los más altos resultados fueron Matemática con 34.7 % y Lenguaje 20.5 %. Ambas materias tienen el 17.8 % y el 12.8 % más de aprobación en relación al año anterior.
Mientras que en Ciencias Naturales el 28.8% de los estudiantes se ubicó en el nivel superior. El año pasado ese nivel fue del 25.6%.
Candray señala que en el caso de los buenos datos en matemáticas no hay elementos que justifique el resultado porque no hay forma de evidenciar el trabajo, “ellos argumentan que toda la obra que ha hecho el Ministerio de Educación, pero ellos no tiene claridad y generalizan y empiezan a decir que ha mejorado la formación de los estudiantes, que es por las computadoras, por la educación multimodal, pero en realidad ellos no saben como justificar que ha habido un avance”, lamenta el investigador.
También agrega que la presentación de los datos de estudiantes aprobados a nivel intermedio hay un problema, al presentar a estudiantes aprobados a los alumnos de nivel intermedio y superior, “para ellos es aprobado, pero hay que explicar qué entienden por intermedio porque si ellos han dividido entre tres los segmentos, el básico iría de 0 a 3.33, el intermedio iría entre 3.34 a 6.7 y el superior de 6.7 a 10. Si ellos dicen que lo aprobaron los de nivel intermedio para arriba, en este segmento hay un sector que está entre el 3 y el 5, que sabemos que es reprobado y no se podría justificar este resultado”, explica Candray.
Además, argumenta que la mayoría de docentes no cree esos resultados, debido a que este gremio ha mostrado su preocupación en cómo recuperar el contenido, como recuperar el aprendizaje porque los estudiantes no han tenido el tiempo suficiente para aprender, a través de la educación virtual.
El investigador sugirió al Ministerio de Educación que discuta con especialistas sobre las pruebas que están haciendo y divulguen cómo las hacen,“porque nos va a dar la confianza a todos y que haya transparencia, el ministerio de educación debe reflexionar sobre la política que ha tomado”, sostuvo Candray.
Añadió que los más afectados ante los falsos resultados son los estudiantes que se enfrentarán a las dificultades académicas que demandan los estudios a nivel superior.
“La realidad de los muchachos en la universidad va hacer otra, ahí se van a dar cuenta que los resultados no tienen sentido, los profesores universitarios que están en los primeros años saben cómo llegan los alumnos en cuanto al aprendizaje”, concluye Candray.