El alcalde de Nueva Granada había solicitado en catastro una actualización de los negocios clasificados como “tortillería” para ingresarlos al libro de cuentas y de esta forma cobrarles un impuesto por el negocio.
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“El motivo de la presente es para darle cumplimiento al art. 90 de la Ley general Tributaria Municipal Numerales del 1o al 11o, con tal fin solicito documentación de su negocio conocido como tortillería para que sea calificado en el libro de Cuentas Corrientes de esta municipalidad, para que cancelen sus debidos impuestos municipales” decía la carta dirigida a catastro y firmada por el alcalde Isaac Guevara.
A las 4 de la tarde del 20 de enero, dos días después de la fecha límite que la alcaldía había dado a las tortilleras para el registro de sus negocios, el alcalde Guevara, emitió un comunicado en el que se retracta “en vista del clamor popular” y “la situación de las familias que se dedican a dicho rubro”, mencionó.
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A esto también añadió que planea eliminar dicho impuesto a las tortilleras y exonerar a los que han pagado durante los años pasados.
El alcalde se justificó mencionando que el impuesto al que se iba a someter a las tortilleras era un impuesto que estaba vigente desde el año 2017, pero que se había dejado de cobrar.