La falta de conocimientos de primeros auxilios pude llevar a que una buena intensión de ayudar desencadene un grave daño en la condición de cualquier víctima de accidente de tránsito, laboral, doméstico; lo que puede ocasionar daños permanente e incluso la muerte.
El director de Cruz Verde Santa Ana, Roberto Miguel, expresó que el 80% de la población no tiene conocimientos sobre cómo actuar en caso de alguna emergencia.
Por ello, señaló que se necesita que se socialicen los métodos de atención que deben de aplicar las personas, antes de que lleguen las instituciones de primera respuesta.
Sin embargo, también reconoció que como instituciones que operan a través del altruismo de la población, no cuentan con los recursos económicos para masificar los conocimientos que poseen y que ponen a disposición del país.
Miguel, quien es optometrista y voluntario de Cruz Verde desde hace 12 años, señaló que una de las recomendaciones es que quienes buscan auxiliar a alguna persona, por ejemplo en un accidente de tránsito, deben de evaluar si no están atrapados con alguna parte del vehículo.
“Hay que verificar si no tiene fracturas. Se debe de cuidar mucho las cervicales porque si nosotros al paciente solo llegamos y lo sacamos bruscamente podemos, incluso, hasta causarle problemas en la columna y dejarlo hasta inválido. Esa parte es bien importante de evaluar, primero en qué condiciones está el paciente antes de moverlo y si no hay acceso directo a las instituciones de primera respuesta, lo que se recomienda hacer es conseguir una superficie plana y levantar un poco al paciente, mientras alguien está deteniendo el cuello, y a modo de como sentarlo y si se puede mover, lateralizarlo (poner del lado al paciente sobre la tabla)”, explicó el director de Cruz Verde.
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Agregó que otro aspecto que se debe de verificar es si existe hemorragia; en caso de haber, debe de detenerse, colocando un pañal o camisa sobre la herida con la finalidad de que pierda la menor cantidad de sangre.
Miguel señaló que esto debe de hacerse si la víctima está en una zona donde la ambulancia y el personal idóneo no pueden llegar; pero que de lo contrario, lo mejor es esperar para que la persona sea atendida por los conocedores del tema.
El doctor Rodolfo Canizalez, del Hospital Rosales, también explicó que cuando hay personas involucradas en accidentes de tránsito severos, en los cuales una o varias de ellas han quedado atrapadas entre los metales retorcidos de los vehículos, se deben de tomar dos conductas.
Una de ellas se refiere a extricar, que es el método a través del cual utilizando mecanismos hidráulicos, se van a crear o formar los espacios lo suficientemente amplios para movilizar a las víctimas. Para ello, antes se tuvo que haber inmovilizado la columna.
Pero recomendó que “si no es necesario no hay que intentar extricar hasta que sea personal de emergencia capacitado como paramédicos que lo realicen, protegiendo adecuadamente la vía aérea y la columna cervical”.
Los dos profesionales coincidieron en señalar que deben de ser personas capacitadas las que auxilien a quienes lo requieren.
Miguel recordó que, incluso, los socorristas han sido ultrajados por personas que ignoran los protocolos de atención prehospitalaria y que buscan que alguna víctima de accidente de tránsito sea movilizada con ligereza.
“Lastimosamente no se cuenta con las herramientas para poder generar una difusión masiva de este conocimiento (protocolos), que es algo bien vital y que todos deberíamos de tener acceso a él. No es algo complicado de hacer y sí puede hacer mucho la diferencia para salvar vidas”, dijo Miguel.
Ejemplificó que una opción es generar contenido multimedia para dar a conocer cómo actuar en caso de una emergencia. Además señaló que aunque, en su caso, la institución cuenta con conocimiento certificado a nivel internacional, no poseen el presupuesto y el equipo para tomar ese rol.