Una niña de ocho años no debía subir a un juego mecánico de 15 metros: la familia de Camila exige respuestas

Tras la muerte de una estudiante al caer de una rueda "Chicago" en su escuela, la familia de la víctima demanda conocer sobre quién recae la responsabilidad de regular el uso de estos juegos mecánicos para menores de edad. Mientras, las autoridades educativas dan pocas respuestas. Un caso similar en Panamá abrió el debate.

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Foto Por Josué Parada

Por Marvin Romero

2019-04-10 8:16:40

La mañana del 9 de abril, afuera del portón de la escuela Corazón de María, en la colonia Escalón, la angustiada voz del tío de Camila exigía respuestas a la muerte de su sobrina. El cuerpo de la pequeña estaba dentro, tirado en el suelo, luego de haber caído de un juego mecánico que las autoridades del centro escolar contrataron para la celebración de una jornada deportiva.

“Mi sobrina ahorita está muerta allá adentro, no hay ningún responsable ni alguien que diga: pasó esto, pasó lo otro”, alegaba el hombre que también exigía respuestas sobre quién avala que ese tipo de juegos mecánicos sean utilizados por niños cuando, a su parecer, están diseñados únicamente para ser utilizados por adultos.

¿Quién es el que autoriza (el uso de) este tipo de juegos mecánicos cuando están hechos solamente para adultos y no para niños?”, cuestionó.

La muerte de Camila, de 8 años de edad, al caer de un juego mecánico de 15 metros de altura, deja la interrogante sobre quién debiera regular el uso de estos juegos por menores de edad.

El juego mecánico en cuestión es una Noria (Chicago) de aproximadamente 15 metros de altura. Las circunstancias bajo las cuales sucedió el accidente aún deberán ser esclarecidas tras las investigaciones del hecho. Lo que se sabe, hasta ahora, es que en una de las góndolas viajaba Camila y otras de sus compañeras.

Fuentes policiales aseguraron que la hipótesis principal apunta a que las niñas manipularon con facilidad el mecanismo que debía asegurar que no cayeran. Las tres menores se precipitaron hacia el suelo y Camila murió tras sufrir un trauma craneal.

Camila S., estudiante de tercer grado, murió luego de caer de una “Chicago”, al interior del centro escolar. Foto EDH/ Josué Parada

¿Quién tiene responsabilidad sobre la autorización del uso de este juego mecánico en las instalaciones del centro educativo donde estudiaba Camila? Esa es una pregunta aún sin respuesta. La tragedia también deja la interrogante de quién debiera garantizar el adecuado funcionamiento de todos los dispositivos de seguridad de estos aparatos.

La familia de Camila alega que claramente el juego está diseñado únicamente para adultos. De parte de las autoridades del Centro Escolar Corazón de María, la respuesta fue que el uso de los juegos mecánicos en su celebración estaba supervisado por maestros de la institución y por dos operarios de la empresa que prestaba el servicio. Y que lo que le sucedió a Camila fue un “accidente”.

Sobre regulaciones estatales para la utilización de juegos mecánicos por menores de edad, no existe claridad acerca de qué institución o instituciones debieran ser las responsables de abordar el tema. El Diario de Hoy consultó a instituciones de asistencia ciudadana que suelen trabajar sobre el tema de seguridad ocupacional, como el Cuerpo de Bomberos, y aseguraron desconocer sobre alguna ley o normativa que regule este aspecto en particular.

La regulación más cercana es una práctica documentada durante los festejos que organiza la Alcaldía de San Salvador en lo referente al uso de juegos mecánicos en los campos de feria que se habilitan para las celebraciones agostinas. Los propietarios y operadores de estos aparatos utilizan un rótulo visible en donde se especifica para qué edades está habilitado el uso de esos juegos.

Luego de un accidente similar, Panamá reguló el uso de juegos mecánicos

Hay poca claridad sobre las regulaciones de juegos mecánicos en El Salvador. El tema no ha sido ajeno en otros países de la región. En Panamá, en abril de 2018, la muerte de una menor de 13 años, luego que el sistema de funcionamiento de un juego mecánico fallara, activó las alertas de la sociedad civil sobre la regulación en el uso de estos instrumentos.

Un diputado de la asamblea nacional panameña consideró que no existía certeza sobre si estos aparatos cumplían con las normas mínimas para garantizar la vida del público que las utiliza. Además, alegó que nunca había presente una autoridad de ningún tipo cuando se armaban o desarmaban las infraestructuras de los juegos.

El proyecto de ley fue aprobado en octubre de 2018 e incluye otras medidas de seguridad como la obligación de las empresas que brindan el servicio de contar con una póliza de seguro ante emergencias y la presencia de personal médico capacitado cada vez que uno de esos juegos se encontrara en uso para que, ante cualquier accidente, pudiera estabilizarse a la víctima antes de ser trasladada a un centro asistencial.

Aquí, en El Salvador, hay muchas interrogantes sobre qué ocurrió con detalle en la escuela de Camila y quiénes son los responsables. La familia de una niña sigue a la espera de respuestas por parte de las autoridades.