Una niña de ocho años no debía subir a un juego mecánico de 15 metros: la familia de Camila exige respuestas
Tras la muerte de una estudiante al caer de una rueda "Chicago" en su escuela, la familia de la víctima demanda conocer sobre quién recae la responsabilidad de regular el uso de estos juegos mecánicos para menores de edad. Mientras, las autoridades educativas dan pocas respuestas. Un caso similar en Panamá abrió el debate.
La mañana del 9 de abril, afuera del portón de la escuela Corazón de María, en la colonia Escalón, la angustiada voz del tío de Camilaexigía respuestas a la muerte de su sobrina. El cuerpo de la pequeña estaba dentro, tirado en el suelo, luego de haber caído de un juego mecánico que las autoridades del centro escolar contrataron para la celebración de una jornada deportiva.
“Mi sobrina ahorita está muerta allá adentro, no hay ningún responsable ni alguien que diga: pasó esto, pasó lo otro”, alegaba el hombre que también exigía respuestas sobre quién avala que ese tipo de juegos mecánicos sean utilizados por niños cuando, a su parecer, están diseñados únicamente para ser utilizados por adultos.
¿Quién es el que autoriza (el uso de) este tipo de juegos mecánicos cuando están hechos solamente para adultos y no para niños?”, cuestionó.
La muerte de Camila, de 8 años de edad, al caer de un juego mecánico de 15 metros de altura, deja la interrogante sobre quién debiera regular el uso de estos juegos por menores de edad.
El juego mecánico en cuestión es una Noria (Chicago) de aproximadamente 15 metros de altura. Las circunstancias bajo las cuales sucedió el accidente aún deberán ser esclarecidas tras las investigaciones del hecho. Lo que se sabe, hasta ahora, es que en una de las góndolas viajaba Camila y otras de sus compañeras.
Fuentes policiales aseguraron que la hipótesis principal apunta a que las niñas manipularon con facilidad el mecanismo que debía asegurar que no cayeran. Las tres menores se precipitaron hacia el suelo y Camila murió tras sufrir un trauma craneal.