Las autoridades del Centro Nacional de Registros reconocen que a pesar del endurecimiento de mecanismos tecnológicos para resguardar la titularidad de los bienes de los salvadoreños, alrededor de la institución se mueven bandas delincuenciales especializadas en el robo de propiedades y sin despertar una sola sospecha de las víctimas.
Según la directora del Registro de la Propiedad, Raíces e Hipotecas, Ana María Jovel, el registrador da credibilidad a la fe notarial ante quien se otorgó el documento por inscribir y si todo está en regla procede al mismo. “El registrador no tiene condiciones para identificar si es falso o no el documento, su labor es verificar que esté revestido de legalidad” -con sellos y firmas-.
De ahí, que la funcionaria brinda al menos cinco recomendaciones para evitar ser una nueva víctima que de la noche a la mañana se entere que su casa o terreno le pertenece a un extraño.
1. No deje al olvido un terreno o residencia, pues de eso se aprovechan estas estructuras, integradas por abogados y notarios, para tomar posesión de sus bienes. Se recomienda que el propietario visite con frecuencia sus inmuebles, ingrese a ellos y que los vecinos vean quién es y siguen siendo el dueño.
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Para sorpresa de su verdadero dueño, el inmueble de dos plantas, valorado en $ 190,000, fue traspasado a nombre de otra persona con tan solo la inscripción en el Centro Nacional de Registros y una escritura falsa emitida por notario.
Según la funcionaria, el hampa vigila aquellos terrenos o casas abandonadas por años, van al CNR, sacan certificaciones extractadas y literales, donde está toda la información del inmueble (nombre del dueño, ubicación, área y otros datos relevantes) que se requiere para crear un documento de compraventa falso; en el que, se hace creer que el dueño de la propiedad la vende y un notario da fe de esa decisión, requisito necesario para inscribir el documento, y es así como la propiedad pasa manos de otra persona.
2. debe monitorear las matrículas de sus propiedades, al menos cada seis meses en el CNR. Para obtener dicha información la institución tiene habilitada una sala de cómputo, en la que los interesados acceden a un sistema donde obtienen toda la información de su propiedad en tan solo 15 minutos. La búsqueda es fácil, los immuebles se pueden buscar por el nombre completo del propietario o su DUI.
¿Qué debe buscar en la base de datos del CNR? quién es el dueño de la casa o terreno, ubicación, dimensiones, si está libre de hipotecas y sobre todo que no haya sido vendido a otra persona sin su consentimiento.
3. Si tiene dudas y quiere constatar cualquier cambio en el registro, puede solicitar tres certificaciones: la extractada, literal y la de ubicación del inmueble. En esos documentos encontrará el nombre del dueño, la ubicación, la naturaleza del mismo (si es casa, terreno urbano o rústico), y el área que abarca. Dichas certificaciones tienen un costo de $6 cada una. Para obtenerlas todos esos documentos el interesado podría gastar un monto de $18 a $30 dólares.
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Según la víctima, el valor de pertenencias que había dentro de casa era de $ 30,000
4. Si ha comprado una propiedad, además de que el notario que hizo la compraventa del inmueble y que quien la vendió firmó los documentos, debe asegurarse que el documento se inscriba en el Registro de la Propiedad, de no ser así, ese documento no tiene validez legal y puede suceder que la misma propiedad sea vendida a otras personas, y quien se adelante primero a inscribirla, ese tendrá el derecho en el Centro Nacional de Registro, los demás no tendrán opción que ir a denunciar al vendedor por estafa a la Fiscalía, un proceso lento, engorroso y poco eficiente para la víctima.
5. El comprador debe verificar que quien le está vendiendo la propiedad tenga dicho inmueble inscrito a su nombre en el Registro de la Propiedad, además de que no tenga gravámenes o hipotecas en su contra, de lo contrario puede ser engañado con la venta de una propiedad que no le pertenece al supuesto vendedor o que esté embargada.
El proceso de inscripción de una propiedad en el Centro Nacional de Registro dura de cinco a siete días, y una vez que haya sido legalizado, el proceso para deshacer ese trámite no es nada fácil ni corto, hay que agotar la vía judicial. Recuerde, siempre es mejor prevenir que lamentar.