A trabajar para poder llevar el sustento a su familia se dirigía la mañana del lunes Carlos Osvaní Nieto, de 31 años, motorista de la Ruta 11-B, cuando fue asesinado con arma de fuego por un grupo de hombres.
Nieto apenas salía del pasaje El Guineo hasta la calle principal del barrio El Calvario, en San Francisco Chinameca, en La Paz, para esperar el bus que lo llevaría a su trabajo cuando los sujetos le dispararon y huyeron del lugar.
“Él (Carlos) fue ajusticiado al salir del pasaje donde residía, al parecer ya lo estaban esperando, no sabemos cuántos sujetos, pero si fueron utilizadas varias armas, le dispararon varias veces en el pecho y la cabeza”, señaló el fiscal del caso.
Tras escuchar los disparos una de las tías y la mamá de la víctima salieron a ver lo que ocurría y encontraron tirado en el pavimento el cuerpo sin vida de Nieto, por lo que decidieron dar aviso a la policía.
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“Él era el único hombre en la casa, de ahí vivimos seis mujeres. Nunca nos dijo si había recibido amenazas, solo Dios sabe porque lo hicieron, él solamente estaba esperando el bus para irse a su trabajo”, indicó una de las familiares de Nieto.
Añadió que a pesar que Nieto era muy callado y no les comentaba nada, si tenía varios amigos con los que salía a departir en las noches.
“A él nunca le paso nada cuando llegaba tarde a la casa, no nos explicamos como le paso esto, si no se metía con nadie. Los domingos que descansaba le gustaba irse a ver los partido de fútbol en la cancha del barrio, o quedarse en la casa viendo televisión”, explicó la familiar.
Carlos Osvaní Nieto tenia 12 años de laborar como motorista de una de las coaster de la Ruta 11-B que realiza su recorrido desde Santo Tomás hasta el centro de San Salvador. Él residía en la casa de su madre junto a otros familiares y con lo que ganaba además de mantener dicho hogar, también ayudaba a sus tres hijos menores de edad.
“Carlos siempre quiso ser motorista, le gustaba su trabajo, solamente se preocupaba cuando mataban a uno de sus compañeros. Nosotros le decíamos que se cuidara, pero el solo nos decía ‘Cuando a uno le toca, le toca’”, apuntó la familiar del motorista.
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Según las investigaciones, dos pandilleros de la 18 que operaban en la zona del doble crimen les proporcionaron droga y al identificarlos como miembros de la pandilla rival los asesinaron.
Las autoridades dijeron desconocer el móvil, así como quiénes habrían cometido el crimen. Agregaron que las investigaciones del caso continuarán hasta dar con los hechores.