Con 50 pollos criados en casa, Marvin Eduardo Nerio, de 25 años, y Celina González, de 20, comenzaron el sueño de emprender su negocio y, al mismo tiempo, salir de los apuros económicos que sus familias enfrentaban con regularidad.
Estos dos jóvenes, provenientes del cantón Los Planes de la Laguna, en el lago de Coatepeque, municipio El Congo, en Santa Ana, afirmaron que desde hace dos años buscaban una forma de conseguir ingresos por medio de un pequeño negocio que les ayude a subsistir. Ahora, han logrado su sueño y siguen creciendo.
Ambos santanecos también son estudiantes universitarios, pero ante la falta de empleo comenzaron a ingeniárselas para obtener ganancias y ayudar a sus familias, lo que también les permitiría pagar sus estudios.
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Fue así como hace dos años iniciaron con la crianza de 50 pollos en su lugar de residencia, con la intención de hacer sus primeras ventas entre los vecinos de la zona.
Tras sus primeros pasos como nuevos emprendedores, comenzaron a asistir a los módulos de Habilidades y Competencias para la Vida y el Trabajo, donde presentaron un proyecto de vida a la Asociación Concientización para la Recuperación Espiritual y Económica del Ser Humano (Credho), que trabajan en diferentes municipios de Santa Ana.
Esto trajo los frutos esperados, pues en septiembre del año pasado recibieron un capital en especies para poder seguir con su proyecto.
Entonces decidieron también vender el pollo en el cantón donde residen. Hoy en día cuentan con un local, el cual denominaron “Coatepeque Chicken”.
“Nosotros, durante dos años, recibimos todos los módulos que nos brindó la asociación, y al final fuimos uno de los ganadores de 2,000 dólares que nos dieron en especies, donde iniciamos con nuestro propia empresa. Ahora tenemos la crianza del pollo, lo procesamos y lo vendemos ya frito, y lo mejor es que a las personas les ha gustado y nos están apoyando”, manifestó Marvin.
El pequeño local donde laboran actualmente se encuentra en la calle principal a los Planes de la Laguna, en el lago de Coatepeque, en el que están comercializando alrededor de 50 piezas al día, además de haber implementado un servicio a domicilio; con una motocicleta de su propiedad, salen a dejar pedidos a los alrededores del lago.
Por su parte, Celina reconoció que no ha sido fácil iniciar el negocio, ya que les costó encontrar un local económico y que estuviera en la calle principal, pero al conseguirlo, poco a poco lo equiparon con mesas, sillas y los insumos para hacer el pollo frito.
“Como todo negocio sabemos que cuesta al inicio; hay días buenos y malos, pero gracias a Dios hemos iniciado con pie derecho”, sostuvo la joven emprendedora.
Además, hasta han generado una fuente de empleo al contratar a una persona, quien les ayuda a cocinar y atender a las personas.
“Nosotros lo que esperamos es poder crecer, generar ganancias para costear los estudios y ayudar a la familia, pero también el poder dar oportunidades de empleo para las personas del lugar, ya que sabemos que encontrar un trabajo hoy en día es muy difícil, hay que aprovechar las oportunidades que da la vida”, manifestó Marvin.
Los precios que manejan son accesibles, ya que las piezas rondan desde un dólar hasta combos de 7 dólares.
Los jóvenes dijeron que esperan poder expandir su negocio este año, así como la crianza de pollos, para poder generar mayores ganancias y ofrecer el producto también a turistas que visitan el lago de Coatepeque.
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