El municipio de Agua Caliente, en Chalatenango, volvió a estremecerse por la muerte violenta de una habitante a manos de su compañero de vida. Hace apenas cinco meses enterraron a otra mujer que fue asesinada por su expareja y padre de uno de sus tres hijos.
El feminicidio de Lucía Rodríguez Landaverde, una ama de casa de 61 años, fue la madrugada de este domingo dentro de su vivienda, situada en el barrio El Centro.
Fue el cónyuge de la víctima, Héctor Domingo Calderón, de 64 años, quien se presentó al puesto policial de Agua Caliente a pedir ayuda porque tenía varias lesiones, sobre todo en el pecho, y llevaba la ropa ensangrentada.
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El nuevo hecho de violencia fue perpetrado en el mercado de ese municipio de Chalatenango
Mientras los agentes interrogaban al albañil para saber en qué circunstancias fue herido y se disponían a trasladarlo al hospital de Chalatenango, él presuntamente les confesó que acababa de matar a su cónyuge durante una pelea.
Un policía del lugar relató a El Diario de Hoy que Calderón declaró que había discutido con su esposa hasta que perdieron el control y empezaron a agredirse físicamente.
Mientras la pareja forcejeaba, Héctor Domingo supuestamente agarró un cuchillo y apuñaló a la señora hasta provocarle la muerte, según la fuente.
Tras admitir el hecho, los agentes lo llevaron al hospital de Chalatenango y más tarde fue trasladado custodiado hacia el hospital Rosales, en San Salvador.
Acusado del asesinato de Jocelyn Abarca es enviado a prisión preventiva
El sospechoso es procesado por feminicidio agravado. El ministerio público agregó que el caso tiene reserva
Estaba previsto que el supuesto feminicida recibiera el alta médica por la tarde y después sería recluido en las bartolinas de la Delegación de Chalatenango.
Segundo feminicidio en el año
El feminicidio de Lucía Rodríguez Landaverde recordó a los habitantes de Agua Caliente otro hecho similar registrado el 16 de julio dentro del mercado municipal.
Esa tarde, el sonido de los disparos que Álvaro Antonio Rodríguez le hizo a Blanca Iris Rivera, su excónyuge y madre de su hijo, rompieron la tranquilidad del pacífico municipio.
Rivera, de 32 años, era la administradora del centro de abastos y fue acribillada por Rodríguez mientras estaba en su oficina. Tras cometer el hecho huyó en una motocicleta. A la fecha sigue prófugo.
El crimen causó conmoción en el municipio, no solo por las circunstancias en las que terminó la vida de la joven madre, sino porque fue la primera muerte violenta registrada allí en el año por la Policía.