Policía que huyó de mara fue asesinado en San Julián

Un agente supervisor del Sistema 911 de Sonsonate fue acribillado cerca de su casa. Se dirigía a trabajar. No pudo defenderse porque no tenía aval para portar su arma.

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Imagen de referencia. Foto/Archivo

Por Diana Escalante

2018-12-11 8:11:20

Hace cuatro años, el acoso de las pandillas obligó al policía José Atilio Vanegas Gutiérrez a marcharse de Santa Ana y buscar un sitio menos peligroso para habitar con su familia. Fue en vano. La mañana del martes, el agente fue acribillado a balazos por dos presuntos integrantes de la Mara Salvatrucha que se movilizaban en una motocicleta.

El homicidio de la víctima, quien se desempeñaba como supervisor en el Sistema de Emergencias 911 de Sonsonate, fue registrado por las autoridades a las 10:30 de la mañana, en el cantón Chilata, del municipio de San Julián, en el referido departamento.

Con su muerte se eleva a 27 el número de policías asesinados este año por delincuentes. El viernes pasado, otros dos agentes fueron ultimados en Apopa, al norte de San Salvador, y en San Jorge, en la jurisdicción de San Miguel.

Vanegas, quien tenía unos 40 años, iba hacia su trabajo a recibir el turno. Se despidió de su familiares, caminó varios metros rumbo a la parada de buses, pero en el trayecto, un poco antes de llegar a la calle principal del cantón, se detuvo a conversar con unos lugareños.

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No menos de dos supuestos pandilleros llegaron al puesto policial y le dispararon. Ya son 25 policías asesinados en el transcurso de este año.

En ese momento, dos hombres pasaron frente a él y le hicieron varios disparos desde una motocicleta. El policía cayó mortalmente herido dentro de una cuneta de aproximadamente un metro y medio de profundidad.

Vanegas no pudo defenderse del ataque. Algunos de sus compañeros que llegaron a custodiar la escena comentaban disgustados que él no portaba su arma de equipo porque, supuestamente, no tenía la autorización de sus jefes para llevársela a casa cuando salía en sus días de descanso.

Los mismos agentes relataban que a la hora en que los pandilleros ultimaron a Vanegas, a pocas cuadras de la escena, andaban dos grupos de policías y soldados haciendo patrullajes en el cantón.

Ni siquiera la cercanía de los agentes de seguridad, ni la presencia de decenas de policías y militares que llegaron a reforzarlos, permitió dar con los homicidas.

Los pocos agentes que respondieron a preguntas de los periodistas manifestaron que ya tenían pistas de quiénes fueron los atacantes, pero aún no habían sido detenidos.

Habitantes a merced de pandilla

La calle donde fue asesinado el agente José Atilio conduce a la cancha del cantón Chilata. En ese lugar, el 21 de septiembre del año pasado, también fue acribillado el soldado Wilber Enrique Machuca Hernández, quien tenía 22 años.

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En esa ocasión, las autoridades informaron que el militar, quien laboraba en la Fuerza Aérea, estaba reunido con un grupo de amigos cuando varios pandilleros llegaron a matarlo.

Dato y cifra

27 Agentes

Han sido asesinados por pandilleros este año. Los últimos tres homicidios fueron entre el viernes pasado y ayer, en Apopa, San Jorge y San Julián.

Este martes, tras el homicidio del policía, algunos habitantes revivieron la escena de cuando fue ultimado el soldado. La zona, que aparenta ser tranquilla, se llenó de policías, militares e investigadores.

Contrario a lo que ocurre en otras escenas de muertes violentas, había pocos curiosos viendo cuando las autoridades hacían el reconocimiento del cadáver.

Algunos moradores comentaban que el cantón aparentaba ser seguro pero no lo era, ya que los pandilleros observan desde las lomas los movimientos de los habitantes y de los mismos agentes cuando llegan a realizar patrullajes.

Las fuentes contaron que es tan grande el control que tienen los delincuentes que la mayoría de pobladores sabe qué límite no cruzar para no ser víctima de los pandilleros.