La curiosidad por buscar un explicación a las cosas a través de la ciencia hizo que César Tesorero, de 17 años, buscara sus propias oportunidades fuera de las fronteras salvadoreñas. El joven actualmente se encuentra en la Universidad Estatal de Hidrometeorología en Rusia, preparándose para ejercer su carrera como Biólogo.
El 22 de septiembre de este año, César partió de El Salvador hacia Rusia, lleno de sentimiento encontrados, entre la nostalgia de dejar la familia y el país que lo ha visto crecer y la emoción de enfrentar un nuevo reto.
“Me siento nervioso y un poco impactado porque no sé lo que voy a encontrar, pero sé lo que voy a dejar. Quiero demostrar que los salvadoreños, cuando se proponen algo, no hay nada que los detenga”, expresó el joven, lleno de fe.
Dentro de una semana, César iniciará las primeras clases del idioma Ruso en la Estatal de Hidrometeorología. Posterior pasará a la Universidad Estatal de San Petersburgo para estudiar biología.
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El joven es originario de San Salvador y fue criado por su abuela Corina Benítez y su tía, Francisco Tesorero, luego que la madre, Alba Tesorero, tuvo de emigrar a los Estados Unidos, cuando él tenía tres años.
La pasión por la ciencia es una peculiaridad que el destino puso en su vida y que el tiempo se encargó de alimentarla, asegura César, pues desde muy pequeño se vio atraído con todo lo que tuviera que ver con esta rama.
“La biología me gustaba desde pequeño, miraba los canales de ciencia en la televisión”, explicó con una gran sonrisa.
El amor por la biología lo fue acompañando en cada etapa de su vida, sin embargo el poco conocimiento sobre la profesión y las malas críticas de parte de las personas a su alrededor, ponían en duda su visión.
César inició el bachillerato en administrativo contable en el Instituto Técnico Ricaldone. “Entré pensando en que quería tener un negocio o montar una empresa, pero la verdad siempre tuve esa ilusión de convivir con los animales o de explorar la naturaleza, trabajar en eso”, explica el soñador joven.
Mientras cursaba el primer año de bachillerato llegó la oportunidad de aplicar al Grupo de Jóvenes Talentos a través de un concurso de matemática.
César que era un estudiante regular y contaba con una buena trayectoria en el rendimiento escolar, no dudo en aplicar al verse motivado por sus aspiraciones.
“Me costó mucho y tuve que estudiar muchos días en la noche para tratar de entender lo que me explicaban. Le agarré el ritmo a mediado del año ”, recuerda el joven becado.
De acuerdo con el estudiante, la rutina diaria a la que estaba acostumbrado se modificó radicalmente, reemplazó algunas horas de sueño, la convicción al deporte, sus favoritos era la natación y el sambo; e incluso sacrificó las salidas con los amigos para priorizar los estudios. Era una jornada agitada en la que tuvo que equilibrar las tareas y actividades del colegio y del grupo de estudio.
Estando en el grupo se logró involucrar en el equipo de biología, que es una de las ramas en la que los instruyen.
Participar en las Olimpiadas Iberoamericanas de Biología en Brasil 2016 y pertenecer al internado denominado Futuros dirigentes científicos en la Villa Olímpica de El Salvador, fueron los dos grandes premios que recibió.
“El internado es el premio que le dan por destacar y consiste en que en vacaciones los mandan a estudiar a la Villa Olímpica”, explicó orgullosa Francisca Tesorera, tía de César.
En las Olimpiadas el joven quedó en el cuarto lugar y ganó una mención honorífica para el país por su buen desempeño en la competencia.
Conscientes de la carencia de un sistema formal de educación musical en El Salvador, traspasaron fronteras para alcanzar la profesionalización.
“Cuando entre al programa y vi en competencia a los otros jóvenes, lo que ellos sabían y me di cuenta que también yo podía llegar a ser así”, dice el destacado muchacho.
El año pasado finalizó su trayectoria en el Grupo de Jóvenes Talentos al concluir con el bachillerato, sin embargo, dejó en él un incesante deseo de triunfar en la biología.
Persiguiendo sus sueños este año ingresó a la Universidad de El Salvador para estudiar la licenciatura en biología, mientras continuaba buscando oportunidades al exterior del país.
César participó en diversas Olimpiadas de biología en línea, se preparó aprendiendo inglés, chino mandarín y francés; además de aplicar en varias becas extranjeras, entre ellas a Taiwán.
“Nunca pensé en tener algo así. En agosto recibí una notificación que me habían otorgado la beca del estado de Rusia”, dijo emocionado el chico.
Durante el primer año recibirá clases del idioma en la universidad Estatal de Hidrometeorología y a finales de 2019, comenzará la licenciatura en biología en la universidad Estatal de San Petersburgo , formación que recibirá en cuatro años.
“Quiero dejar al país en alto y me siento comprometido como salvadoreño por las oportunidades que he recibido. Mi plan es regresar al país y desarrollar algunas investigaciones que sean en beneficio de todos”, afirmó el joven que anhela utilizar la biología, como un bien común.