Feligresía recibe con júbilo a San Romero en la capilla del Hospital Divina Providencia

Feligreses de Centroamérica se han congregado en el Hospital Divina Providencia para celebrar al primer santo salvadoreño.

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Feligreses en la capilla del Hospital Divina Providencia celebran la canonización de Romero. Foto EDH/ Josué Parada

Por Stanley Luna

2018-10-13 10:47:10

Salvadoreños y extranjeros se han congregado en el Hospital Divina Providencia, el lugar donde el 24 de marzo de 1980 fue asesinado Monseñor Óscar Arnulfo Romero, para celebrar la canonización del salvadoreño más universal.

Los católicos disfrutaron de danzas folklóricas preparados por niños y jóvenes, además de versos dedicados al arzobispo mártir. Luego realizaron una procesión con farolitos desde afuera del hospital hasta la capilla donde Romero recibió un disparo de un francotirador.

Fotos:

Imágenes de la vigilia en el lugar donde fue asesinado Óscar Arnulfo Romero

Católicos salvadoreños realizan una vigilia horas antes de la canonización de Óscar Arnulfo Romero en la capilla del hospital Divina Providencia, el mismo lugar donde fue asesinado mientras oficiaba una misa.

La vigilia se realiza en el mismo lugar donde Óscar Romero fue asesinado. Foto EDH/ Josué Parada

“Se ve, se siente. Romero está presente”, gritaban en la peregrinación, donde también expresaron mensajes para recordar la entrega del santo salvadoreño con los más desposeídos.

“Venimos contentos de celebrar la canonizacion de un santo”, expresó Alex Hernández, uno de los 19 hondureños e integrante de la Sociedad de Caballeros del Santo Entierro que tienen un día de peregrinación en El Salvador.

Hernández contó que este día también visitaron la cripta de Romero, en la catedral Metropolitana de San Salvador.

 

 

 

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La homilía es oficiada por el sacerdote jesuita José María Tojeira y marca el inicio de la vigilia con motivo de la canonización de Romero.

Mientras que Irene García es una costarricense que vino desde ayer a la canonización de Romero junto a otras siete misioneras para presenciar en El Salvador la canonización de Romero. Ellas salieron ayer a las 5:00 a.m. de su país y vinieron a El Salvador a la 1:30 p.m.

García indicó que les nació visitar a los salvadoreños, porque Romero se convierte hoy en el primer santo latinoamericano.

“Para mí es mi papá. El día que lo mataron el universo estaba triste. Yo tenía 20 años”, dijo Milagro Molina, una romerista que recuerda siempre haber escuchado las homilías de Romero.