La comunidad católica salvadoreña y feligreses extranjeros se han congregado frente a la Catedral Metropolitana de San Salvador para participar en la misa en honor al beato Monseñor Romero.
La homilía es oficiada por el sacerdote jesuita José María Tojeira y marca el inicio de la vigilia con motivo de la canonización de Romero.
El padre Tojeira hilvanó los mensajes de justicia social y coyuntura nacional para explicar la lectura del Evangelio. “Nos pide (Romero) desde la mirada del evangelio que venzamos el individualismo consumista(…) nos pide que trabajemos por una sociedad en donde el espíritu cristiano esté por encima de lo banal”.
“Romero nos pide que cuidemos a la familia. Nos habla de rehabilitación más que de mano dura(…) exige pensiones dignas para nuestros ancianos”, enfatizó.
“Jesus nos dijo, yo soy la luz del mundo. Monseñor es un mártir luminoso en el que los pobres recuperan su dignidad”, dijo Tojeira durante la lectura.
Asimismo pidió “que esta eucaristía que hoy celebramos nos una a todos los pobres y afligidos del mundo, que renueva la esperanza de un mundo más justo”.
Imágenes de la vigilia en el lugar donde fue asesinado Óscar Arnulfo Romero
Católicos salvadoreños realizan una vigilia horas antes de la canonización de Óscar Arnulfo Romero en la capilla del hospital Divina Providencia, el mismo lugar donde fue asesinado mientras oficiaba una misa.
Antes de finalizar la homilía, el padre Tojeira cedió la palabra a la hermana Nohemi quien en un emotivo discurso pidió a los feligreses que no conviertan a monseñor Romero en un “santo de culto, sino de seguimiento”.
“Que las nuevas generaciones lo conozcan. Que lo conozcamos a profundidad y que esta alegría la canalicemos en un seguimiento real”, instó la hermana a la comunidad católica pues señaló que hay que hacer de la canonización una verdadera transformación social.