Asesino de la San Antonio Abad dice que “El Diablo le pidió dos almas”

El juzgado lo mandó a prisión mientras investigan los dos asesinatos

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David Fabricio Calderón Molina, conocido en la zona de San Antonio Abad como "Gato", presuntamente es adicto a las drogas. Foto EDH/ Cortesía

Por Óscar Iraheta

2018-07-26 3:41:51

En la madrugada, en la soledad, en el abandono. David Fabricio Calderón Molina mató con un trozo de vidrio a su primer víctima en la 75 Av. Nte y Calle al Volcán, en San Salvador. Caminó al sur un kilómetro hasta que encontró a otro indigente, y también lo mató con un palo de escoba y a pedradas. “El Diablo me pidió dos almas”, dijo en su defensa al grupo de policías que lo acorraló al momento de su captura.

A las 3: 30 de la madrugada, la cámara de videovigilancia de la 75 Avenida Norte y calle Mano de León, grabó cuando Calderón Molina mató a un anciano que dormía en la esquina de la referida calle. La Policía identificó  a la víctima como Víctor Pérez González, de 83 años.

Una hora más tarde, el sujeto encontró a otra persona en la calle La Granjita y San Antonio Abad a quien lo mató con una piedra. La policía dijo que la segunda persona no tenía documentos personales.

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Un testigo de ese segundo hecho, alertó a la Policía y de inmediato inició la búsqueda del sujeto en las comunidades y pasajes de la zona. Calderón Molina se había refugiado en el pasaje San José en la calle San Antonio Abad donde fue detenido. Fue detenido a las 6:30 de la mañana del domingo y no se mostró agresivo, sólo levantó las manos y expresó suavemente que “el diablo me pidió dos almas”.

El detenido aún tenía en su calzoneta y zapatos sangre de sus víctimas. Los policías aseguran que el sospechoso estaba drogado. Su ojos estaban rojos y sus labios resecos. Los que conocen a Calderón Molina alias El Gato o El Chele, dicen que es un sujeto que consume mucha droga, tiene su cabello largo y se moviliza por la zona de la Granjita y calle San Antonio Abad. No es pandillero.

Calderón Molina será acusado de homicidio agravado. La Fiscalía tiene para acusarlo las pruebas de sangre que se le realizaron a su ropa, donde los investigadores policiales afirman que se trata de sus dos víctimas.  El relato de un testigo y la documentación del levantamiento de los dos cadáveres.