Ante los altos niveles delincuenciales que se viven en el país, la frase “uno sale de su casa y no sabe si va a regresar”, se ha vuelto común escucharla entre los salvadoreños. Eso fue lo que le pasó a un joven de 23 años que se dirigía a trabajar a tempranas horas de este sábado cuando fue atacado por supuestos pandilleros en la colonia El Paraíso del municipio de San Salvador.
La víctima fue identificada como Alfredo Antonio Vargas Pocasangre, un hombre que se dedicaba a la construcción.
La Policía informó que el ataque ocurrió a las 6:00 de la mañana cuando Vargas iba rumbo a su trabajo. Según las autoridades dos hombres que se conducían en un carro tipo Sedan le dispararon a quemarropa.
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Según el reporte preliminar, sujetos armados a bordo de un vehículo, se estacionaron frente al lugar, se bajaron y dispararon contra las tres personas
“A la víctima se le auxilió en el lugar pero falleció rumbo al hospital”, dijo un agente.
Un familiar manifestó que el muchacho no había recibido ningún tipo de amenaza. Las autoridades desconocen el móvil del crimen, sin embargo no descartan que las pandillas estén involucradas en el hecho.
Familiares de Alfredo tampoco entienden por qué lo mataron. Lo más cercano a una explicación para ellos es que “la juventud de este país enfrenta mucho riesgo debido al acecho de los pandilleros, que los reclutan y atacan” dijo un familiar.
Quería comprar una motocicleta
A unos 30 metros de la escena donde fue acribillado Vargas estaban sus familiares, los cuales lamentaban la pérdida de su hijo, hermano y amigo, quien de acuerdo con ellos estaba trabajando “duro” porque quería comprarse una motocicleta.
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Es el segundo crimen reportado en dicho municipio en menos de 24 horas, ayer un vendedor informal fue asesinado en un bus de la ruta 133.
“No había día que no hablara de que ya le faltaba poco para comprar una moto, mencionaba mucho que le iba a facilitar la llegada al trabajo y hasta para salir a pasear”, contó un hermano de la víctima.
El fútbol y el compartir con la familia eran de las actividades que más disfrutaba el joven asesinado. “Aquí en la colonia jugábamos en un equipo, pero también nos íbamos a divertir a una canchita privada”, agregó el familiar.