María Lucas Ortíz ha visto a sus nieto enfermos por más de dos semanas, también ha escucha a las autoridades de Salud informar que han atendido la comunidad donde vive y donde hay un brote de hepatitis. La abuela sabe de primera mano que a sus nietos nadie les ha dado medicina.
La señora, residente del cantón Miravalle de Sonsonate, explica que solo llegaron a supervisar los casos, pero no brindaron la medicina que necesitaban.
“Han estado viniendo (el Ministerio de Salud), a ver cómo siguen los casos; pero no traen medicamento, solo el día que nos visitaron nos dieron suero y Puriagua para que le echáramos al agua que vamos a tomar”, dijo María Lucas Ortiz.
En esa comunidad hubo 7 niños con hepatitis, por lo que el Ministerio de Salud informó el 29 de junio que había un “brote de hepatitis A y que inmediatamente atendieron a los enfermos”.
Sin tratamiento niños con hepatitis en Sonsonate
Son al menos siete menores los que padecen la enfermedad en el cantón Miravalle.
La versión de María es confirmada por Mónica Ortiz y Felícita Lobos, las tres mujeres dicen que han llegado a dar consulta, pero sin medicamentos.
“Solamente han venido a examinar a los niños pero ayuda no nos han dado y nosotros no podemos comprar las cosas, uno lo que ajusta, se les da”, dijo Mónica Ortiz Luna.
Kimberly Michell Osorio, de tres años, es otra de las menores de edad afectada por Hepatitis.
Fotos EDH Ricardo Flores
La medicinas para esa comunidad de área rural es importante porque las familias son de escasos recursos y no pueden comprar el fármaco recetado por ser considerado un costo alto. El tratamiento recetado a los niños es el Espatal Hepático, cuyo precio ronda entre los $14 a $15 dólares.
Para ellos es difícil incluso transportarse a los centros de atención médica más cercanos como la Unidad Comunitaria de Salud Familiar (UCSF) de Sonsonate o de Acajutla.
Dentro de los casos se encuentra el del menor Justin Luna, de 2 años, cuyo estado de salud ha mejorado.
Niños con Hepatitis sin tratamiento en Sonsonate
Siete niños del cantón Miravalle, en el municipio de Sonsonate, fueron diagnosticados con hepatitis, una infección que inflama el hígado y es altamente contagiosa. Aunque algunos ya pasaron consulta en una Unidad de Salud, no recibieron medicamentos porque no había en la farmacia de ese lugar
“Al niño más pequeño (Justin), por cuestión de dinero no le pudimos dar tratamiento, pero gracias a Dios, con la miel que le damos el niño ya esta mejor”, expresó María Lucas, abuela del infante.
El Ministerio de Salud (MINSAL) emitió un comunicado el 29 de junio en su página oficial de twitter, en donde expresa que según el director de la Unidad Comunitaria de Salud Familiar (UCSF) Sonsonate, todos los niños recibieron atención médica y controles en la UCSF de Acajutla.
Otro de los casos es el de Kimberly Osorio, de 3 años quien hasta hace un par de días presentó mejora en su estado de salud.
Las unidades de salud de la zona no les suministraron el tratamiento para la hepatitis.
Foto EDH: Ricardo Flores
“Si uno no les anda luego se gravan y ya cuesta dinero, que no hay, para llevarla a una consulta con un médico”, dijo Mónica Ortíz Luna, abuela de Kimberly.
Los menores se encuentran estables, al parecer fuera de peligro y los casos presentan una evolución satisfactoria.
Todo gracias a la miel de abeja, según los habitantes de la comunidad, remedio casero que su familias les dieron para su recuperación.
“Toda persona que tiene tifoidea es porque ha ingerido agua con pupú”, dijo ministra
El registro de casos de fiebre tifoidea se ha estabilizado, informó, ayer, la titular de Salud, Violeta Menjívar.
Las autoridades de salud recomendaron a la población en general tomar las mismas medidas de prevención, como lavado de manos, consumir alimentos preparados higiénicamente, hervir el agua que beben.
¿Qué es la hepatitis A?
Es una enfermedad que se transmite de manera fecal-oral, es decir al consumir alimentos o agua contaminada con heces fecales, depende de las condiciones higiénicas de las personas.
Los signos y síntomas de la hepatitis son: fiebre, malestar general, anorexia, náuseas y molestias abdominales. Seguido de ictericia (70% de los casos), coluria (orina oscura en ocasiones café) y acolia (heces blancas) poco días después. Un 30% de los casos son asintomáticos y son igualmente capaces de transmitir la enfermedad.