Nadie se resiste a probar la quesadilla de Atiquizaya

El próximo domingo, el municipio celebra un festival dedicado a ese pan dulce. La actividad tiene orígenes religiosos. Los artesanos ofrecerán sus productos.

descripción de la imagen
Foto EDH/Cristian Díaz

Por Cristian Díaz

2018-06-20 8:10:11

Adolfina del Tránsito de Melgar, de 51 años, es una de los 20 artesanos que el próximo domingo participará en el segundo Festival de la Quesadilla, que se realizará frente a la iglesia Inmaculada Concepción de María , en el municipio de Atiquizaya, en el marco de la celebración a San Juan Bautista.

La quesadilla es identitaria de Atiquizaya, lo que ha permitido que sea reconocido a nivel nacional e internacional.

 

 

Entre los secretos que la atiquizayense tiene para hacer el pan está el uso de hornos de barro.

Foto EDH/Cristian Díaz

“Quedan bien porositas y la gente dice ‘qué rica están’. Las quesadillas tienen sabor artesanal porque son hechas a base de vapor porque al horno no se le deja nada de brasas, se tiran en el puro suelo del horno y ahí se doran. Las quesadillas de Atiquizaya tienen un toque especial porque toda su materia prima es de aquí”, relató Adolfina, quien vive en el caserío Los Melgar, cantón Sunza.

Doña Fina, como es conocida entre sus allegados, comenzó a elaborar quesadillas hace diez años, sin tener mayor experiencia para ello ya que sólo ayudaba a la abuela de su esposo, a elaborar salpores y tortas; eso fue hace tres décadas.

Al principio las hacía para comercializarlas en la ciudad y entre sus mismo vecinos; sin embargo, por dificultades de tiempo, actualmente solo las prepara por encargo, algunos de sus clientes las quieren para llevar a Estados Unidos.

VEA ADEMÁS:

Caficultores santanecos tendrán su primer Coffee Fest 2018

Habrá exposición de cafés, demostraciones de baristas y venta de productos , entre otros.

El año pasado horneó cuarenta quesadillas para el festival y las vendió en menos de dos horas.

Para el domingo prevé elaborar ochenta con el fin de atender la demanda que exista de los turistas y locales que llegan para disfrutar del festival, que es organizado por la alcaldía de Atiquizaya.

El párroco de la Iglesia Inmaculada Concepción de María, padre Francisco Baños, relató que el festival tiene sus orígenes religiosos ya que es la celebración del natalicio de San Juan Bautista, el único santo al que la iglesia católica le conmemora su nacimiento y muerte.

“En el natalicio se ha tenido la tradición de compartir las quesadillas; desde mucho antes se ha vivido esta tradición. Atiquizaya es un lugar donde hay bastantes artesanos que elaboran dicho pan; entonces también lo han querido retomar como un festival, sin olvidar que es la fiesta de San Juan”, expresó el sacerdote.

Agregó que en muchos lugares se realiza la fiesta del santo, que es acompañada de un platillo especial.

En esta ocasión, además de la venta de quesadillas, habrá venta de productos gastronómicos por otros emprendedores, misas, y bendición de mascotas a partir de las 10:00 de la mañana.

También se realizarán presentaciones artísticas y recorridos hacia el salto de Malacatiupán, que es un afluente con cascadas.

El padre Baños explicó que antiguamente la tradición se realizaba en el parque San Juan, donde existía una ermita que por el paso de los años sufrió deterioro.

TE PUEDE INTERESAR:

Caficultores santanecos tendrán su primer Coffee Fest 2018

Habrá exposición de cafés, demostraciones de baristas y venta de productos , entre otros.

Otra fuente precisó que probablemente la celebración, que incluía el reparto de la quesadilla, comenzó a decaer cuando desapareció la ermita, aproximadamente a mediados de la década de los sesenta. En ese entonces fue construido tal como se conoce actualmente y remodelado hace dieciocho años.

La síndico de la alcaldía de Atiquizaya, Jennifer de Mirasol, expresó que el objetivo del festival es rescatar las tradiciones religiosas.

Hace cuatro años comenzaron a realizar pequeñas actividades para dicho fin; sin embargo, desde el 2017 ha sido con mayor realce para atraer a los turistas.

Foto EDH/Cristian Díaz