María Vargas, dos meses sin ser operada por falta de insumos ortopédicos

La paciente asegura que le negaron la cirugía del brazo por falta de insumos de ortopedia y le recomendaron comprar el material que tiene un costo de $900.

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Foto EDH: René Estrada

Por Karen Salguero

2018-06-18 9:10:41

Un calvario es lo que asegura vivir María Ángela Vargas, que a más de dos meses de tener una fractura en el brazo derecho, no ha sido operada en ningún hospital público, si no compra una platina ortopédica de $900.

De acuerdo con el relato de la afectada, en el Hospital Nacional San Rafael, en el municipio de Santa Tecla, le negaron la cirugía debido a la falta de insumos en el área de ortopedia.

La paciente explicó que la solución que le ofrecieron era que ella comprara el material para la cirugía de su brazo derecho y que ante su insistencia, el 4 abril, los médicos del hospital le dijeron “que era mejor que no llegara porque no podían hacer nada”.

Durante ese período, Vargas perdió el trabajo, su estado apenas y le permite realizar su higiene personal.

Sentada en una vieja silla de plástico no puede contener las lágrimas , está sola, no tiene trabajo y está viviendo de la caridad de los vecinos. Vargas reside en el cantón Lourdes, en Colón, La Libertad.

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La casa está formada por fragmentos de pared, lámina y plástico; el suelo es de tierra y la puerta de su casa está simulada por una porción de lámina.

Vive sola, su esposo murió hace unos años y nunca tuvo hijos, por lo que trabajaba para su subsistencia.

“Me caí cuando regresaba de trabajar” dijo aún con lágrimas.

Vargas laboraba como niñera a unas cuadras del lugar de su vivienda, ganaba $50 al mes, con lo que costeaba gastos de alimentación, viviendas y medicina, porque padece de la presión arterial.

La tardes del 3 de abril, cuando regresaba de trabajar, al caminar resbaló y todo el peso de su cuerpo cayó sobre el brazo derecho, lo que le ocasionó de inmediato la ruptura.

Vargas fue auxiliada por un transeúnte que le regaló una llamada para contactarse con María Teresa de Soriano, una hermana de la iglesia a la que asiste.

Estando Soriano en el lugar, como pudo cubrió con unos paños el brazo ensangrentado de Vargas, para trasladarse en bus hasta el hospital San Rafael.

Eran las 6: 00 de la tarde, del 3 de abril; para Vargas fue una extensa jornada dolorosa, porque durante toda la noche pasó sin recibir atención médica, hasta la mañana del 4 de abril, de acuerdo con sus declaraciones.

La espera fue vana pues estando con el médico la respuesta fue “lamentablemente te las vas a tener que llevar así porque platinas no hay”, relató Soriano.

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Ese día la paciente recibió diclofenacos, tratamiento para 10 días.

En su regreso a Lourdes, Vargas no dejo de llorar, no toleraba el movimiento y lo saturado del bus.

Soriano la dejó en su casa y se encargó de llevarle comida; para Vargas era un calvario que apenas iniciaba.

Con la esperanza de obtener una respuesta diferente, al día siguiente se dirigieron de nuevo al San Rafael, según narró.

De acuerdo con Soriano, al verla entrar con Vargas le dijeron “¿Y a qué la traes? Ya te dijimos que no podemos hacer nada”.

Foto EDH: René Estrada

Uno de los médicos le recomendó enyesarla pero le advirtió que la muñeca seguiría estando dañada. Sin embargo, la propuesta no se llevo a cabo.

Las señoras aseguran que también buscaron ayuda con la trabajadora social pero la respuesta seguía repitiéndose cada vez más “No podemos hacer nada, consiga ayuda con los vecinos, en la iglesias, la alcaldía y demás…”, les recomendaron.

Esos dos días sin atención, posteriormente se postergaron a 16, en ese lapso la señora quedó desempleada. El brazo se le inflamaba y su único auxilio para sostenerlo era una venda.

Los padecimientos de la presión, el dolor de la fractura y la tristeza se fueron adjudicando cada día a su soledad.

Soriano que desde el primer día se convirtió en una muestra de amor con el prójimo, no dejo de auxiliarla. Preguntando entre los vecinos, le recomendaron ir a probar suerte al hospital San Juan de Dios, de Santa Ana.

La señora caritativa una vez más se rebuscó por llevar a Vargas, que desde que se quedó sin trabajo no tiene como costear ni su propia alimentación. Un hijo de Soriano le regalo $10 para que la trasladará al hospital santaneco.

A los 17 días, las señoras se dirigieron con gran dificultad hacia el hospital, en el que tuvieron que pasar la noche , mientras esperaban con la esperanza de recibiría atención médica y una solución para la fractura.

A las 3:00 de la mañana del 20 de abril, el estado de salud de Vargas se complicó, tenía alterado el corazón y estuvo en peligro de tener un paro cardíaco, fue el diagnostico que el doctor le dio a Soriano, narraron.

En el hospital le brindaron los medicamentos requeridos para neutralizar su estado, puesto que la agonía y el sufrimiento han venido complicando su situación de salud.

Cuando la señora estuvo en condiciones optimas, la madrugada del 20 de abril, sólo le colocaron un yeso, con la esperanza que dentro de un mes, la fractura sanara.

Para el médico, la platina se convirtió en una segundo opción, que sólo utilizarían, sin el hueso no pegaba. Durante ese mes, los dolores y padecimientos de Vargas continuaron siendo los mismos.

El 21 de mayo, Vargas se presentó para el retiro del yeso y conocer el estado de la fractura, que hasta la fecha es complicado.

En cuanto a la cirugía y el requerimiento de la platina, el médico no se lo volvió a mencionar.

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La mejora del paciente se pudo ver en las primeras 48 horas. A partir de este año los pacientes con Parkinson, que cumplan con los requisitos médicos, podrán ser elegidos para someterse a esta procedimiento quirúrgico.

Al perder su empleo, el resto de los días los pasa entre la tristeza y la soledad. Su condición le preocupa, ya que con una mano intenta desarrollar los labores diarios, pero sólo el lavar un plato le genera dolor.

“Con agüita paso el resto del día” dijo con lágrimas Vargas.

La señora está viviendo de la caridad de los vecinos, Soriano cuando puede le lleva alimento, de lo contrario no come.

El día de la cita también le pidieron unas radiografías, que tampoco puede pagar.
A Vargas le han postergado por tres meses más el yeso y su recuperación depende de las radiografías.

La cita de seguimiento la tendría el 4 de junio, pero no asistió por la falta de dinero para el pasaje.

“Si alguien tiene la caridad de ayudarme le estaría agradecida, no se lo podré pagar, pero Dios sí” expresó Vargas ante el sufrimiento.

Si usted desea contactarse con Vargas puede llamar 71640570, número telefónico de Johana Carrillos, vecina de la señora con la cual se realizó el contacto.