Nuevos datos en la investigación para frenar el Covid-19 podría dar una esperanza a la humanidad. Todo apunta de forma positiva según una investigación recientemente publicada por un grupo de investigadores brasileños que ha identificado una sustancia presente en el veneno de las serpientes específicamente en la temida yararacusú, podría ser capaz de impedir la reproducción del virus.
Los científicos han explicado que el péptido (molécula) identificado por los investigadores de la Universidad Estatal Paulista (Unesp), es capaz de inhibir en un 75 % la capacidad del virus SARS-CoV-2 de multiplicarse según lo observado en un cultivo de células de mono en laboratorio, informó este centro académico.
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Los resultados de la investigación fueron compartidos el pasado 12 de agosto en la edición digital de la revista Molecules, según Eduardo Maffud, profesor del Instituto de Química de la Unesp y coordinador del estudio existe la posibilidad de desarrollar medicamentos para tratar el covid a partir de este descubrimiento.
A través de estudios previos ya se había identificado que las moléculas del veneno de la yararacusú tienen propiedades antibacterianas por lo que habían iniciado pruebas con dichos péptidos para ver si tenían acción favorable en el SARS-CoV-2.
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“Felizmente obtuvimos un resultado interesante con una de las sustancias. Identificamos una que no es tóxica para las células y que inhibe la reproducción del virus” agregó Maffud.
Aunque los resultados han sido positivos hasta el momento los investigadores señalan aún no se ha identificado la dosis correcta que se debe usar de dicha sustancia para actuar contra el virus, por lo que darán inicio a las pruebas de laboratorio con posible aplicación en animales para identificar sus efectos.
“Si los resultados son positivos podremos pensar en el desarrollo de un tratamiento” dijo el encargado de la investigación.
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De acuerdo con la información proporcionada, la yararacusú, nombre científico Bothrops jararacussu, es una especie de serpiente altamente venenosa del género Bothrops con hábitat en regiones selváticas como sudeste y sur de Brasil, así como en Bolivia, Paraguay y norte de Argentina.
En Brasil es muy común el envenenamiento de personas por esta especie.
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