Trump eleva 10% los aranceles a Canadá y congela el diálogo bilateral

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un aumento del 10% a los aranceles sobre los productos canadienses, una medida que reaviva la tensión comercial con Ottawa y suspende las negociaciones bilaterales. La decisión fue comunicada este sábado a través de su cuenta en Truth Social, donde el mandatario justificó el incremento por “un anuncio fraudulento” emitido por el Gobierno de Ontario.

El comercial, de un minuto de duración, usaba declaraciones del presidente Ronald Reagan en contra de los gravámenes, y fue transmitido durante la Serie Mundial de béisbol. Según Trump, las frases estaban sacadas de contexto y formaban parte de una estrategia para influir en la Corte Suprema, que en noviembre revisará la legalidad de los aranceles impuestos por su Administración.

“Su anuncio debía ser retirado INMEDIATAMENTE, pero lo dejaron pasar anoche durante la Serie Mundial, a sabiendas de que era un FRAUDE”, escribió Trump en su mensaje, donde acusó al gobierno canadiense de manipular la opinión pública estadounidense.

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Un conflicto que vuelve a escalar

El choque entre ambos países se intensificó desde el jueves, cuando el presidente estadounidense ordenó suspender las conversaciones comerciales con Canadá en respuesta al anuncio. El mensaje se difundió durante el partido entre los Blue Jays de Toronto y Los Angeles Dodgers, visto por millones de espectadores en Estados Unidos.

“Estados Unidos puede defenderse de los altos y autoritarios aranceles canadienses (¡y también de los del resto del mundo!). Ronald Reagan AMABA los aranceles por motivos de seguridad nacional y economía”, sostuvo Trump, quien insiste en que las medidas buscan proteger la industria local y reforzar su programa económico.

La Corte Suprema de EE. UU. aceptó en septiembre revisar con carácter de urgencia si el Ejecutivo tiene autoridad para aplicar incrementos arancelarios tan amplios bajo la figura de poderes económicos de emergencia. Trump considera este caso una pieza clave para su agenda económica y de seguridad nacional.

Reacciones desde Canadá

El jefe del Gobierno de Ontario, Doug Ford, aseguró en un comunicado que suspenderá la campaña publicitaria a partir del lunes, luego de conversar con el primer ministro canadiense, Mark Carney. “Queremos reducir las tensiones y mantener el diálogo abierto con Washington”, señaló el dirigente conservador.

El anuncio televisivo estaba previsto también para emitirse este sábado, aunque no se ha confirmado si finalmente saldrá al aire durante el segundo partido de la Serie Mundial.

En marzo, la Administración Trump ya había impuesto un arancel del 25% a Canadá, alegando el tráfico de fentanilo hacia territorio estadounidense. En julio, el gravamen aumentó hasta el 35% para los productos no incluidos en el acuerdo T-MEC.

Ottawa respondió entonces con medidas de represalia, pero decidió levantarlas el 1 de septiembre en un intento por restablecer el diálogo bilateral. Con el nuevo incremento del 10% y la suspensión de conversaciones, el proceso vuelve a quedar en punto muerto.

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Impacto regional y señales al mercado

Aunque los aranceles aún no detallan qué sectores serán los más afectados, economistas en Norteamérica advierten que el endurecimiento podría alterar las cadenas de suministro y aumentar los costos en productos básicos. Sin embargo, el impacto dependerá de la duración del conflicto y de si el Tribunal Supremo valida o limita el poder del Ejecutivo para imponer tarifas por razones de seguridad nacional.

La relación comercial entre ambos países, una de las más dinámicas del mundo, enfrenta así un nuevo desafío político. Para los inversionistas y exportadores de la región centroamericana, especialmente de El Salvador, este tipo de roces entre los grandes socios del T-MEC puede influir indirectamente en el comportamiento de los mercados y los precios internacionales de bienes intermedios.

Mientras Washington y Ottawa buscan definir los próximos pasos, la atención se centrará en el fallo de la Corte Suprema estadounidense, que podría redefinir los límites del poder económico presidencial y el futuro de la política arancelaria en América del Norte.