Desde que México tomó medidas estrictas contra los migrantes que se dirigen a la frontera con Estados Unidos hace unos meses, los traficantes han recurrido con más frecuencia a los camiones de carga para evitar su detección.
La policía federal encontró ayer a 146 migrantes centroamericanos abarrotados dentro de un camión de carga en el estado de Veracruz, en la costa del Golfo de México.
Los migrantes viajaban hacinados y en condiciones inseguras en el semi-remolque, informó la Secretaría de Seguridad Pública.
Los agentes aseguraron que 115 hondureños, 22 guatemaltecos, 7 nicaragüenses y 2 salvadoreños, viajaban en condiciones de hacinamiento que ponían en riesgo su integridad.
Mediante un comunicado, ambas instituciones informaron que el vehículo fue ubicado en la carretera Coatzacoalcos-Villahermosa, donde se detuvo al conductor para efectuar una revisión al semirremolque tipo caja donde se encontró a los extranjeros.
Los migrantes fueron puestos a salvo y recibieron alimentos y atención médica y posteriormente fueron conducidos ante los responsables de la delegación del INM para recibir asistencia consular y la posibilidad del retorno asistido a sus países.
En tanto, el conductor y su acompañante fueron puesto a disposición del Agente del Ministerio Público para las investigaciones correspondientes.
Desde octubre de 2018 y a pesar del endurecimiento de la vigilancia en la frontera sur de México, miles de migrantes de los países de Centroamérica, pero también de Cuba, Haití y diversos países africanos y asiáticos, ingresan a este país con el objetivo de llegar a la frontera con Estados Unidos.
Matthew Albence, director interino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus iniciales en inglés) informó que 14,000 salvadoreños han sido deportados entre octubre 2018 y julio de este año.
El estado de Veracruz, un paso obligado para los migrantes que entran a México con la intención de llegar a la frontera norte, colinda con Tabasco, otra entidad mexicana que hace frontera con Guatemala.
El pasado 7 de junio, Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo para que el país latinoamericano regulara el flujo migratorio luego de que EE.UU. amenazó con la imposición de aranceles a productos mexicanos.
Para frenar la cantidad de migrantes que llegaba a Estados Unidos, miles de agentes de la nueva Guardia Nacional y funcionarios migratorios se han instalado a lo largo de todo el país -especialmente en sus fronteras norte y sur- para reducir el número que llega a la Unión Americana.