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Más de 2.200 personas murieron tras el terremoto que sacudió la región del Hindú Kush en Afganistán.

El peor terremoto en la historia de Afganistán deja más de 2,200 muertos

El sismo de magnitud 6 que golpeó el este de Afganistán dejó más de 2,200 fallecidos y casi 4,000 heridos, según el balance oficial más reciente.

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Por AFP
Publicado el 04 de septiembre de 2025

 

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Un terremoto de magnitud 6 en Afganistán dejó más de 2,200 muertos y casi 4,000 heridos, convirtiéndose en el más mortal en la historia reciente del país. El epicentro se localizó en la región del Hindú Kush, cerca de la frontera con Pakistán, y destruyó unas 7,000 casas en las provincias de Kunar, Laghman y Nangarhar. Las operaciones de rescate avanzan lentamente por los deslizamientos de tierra, lo que podría elevar el número de víctimas. La ONU y ONG alertan que la catástrofe llega en un momento de fuertes recortes de ayuda internacional, lo que agrava la crisis humanitaria.

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El devastador movimiento telúrico ocurrido la noche del domingo en la región montañosa del Hindú Kush, cerca de la frontera con Pakistán, dejó 2,217 muertos, convirtiéndose en el más mortífero que Afganistán ha registrado en décadas. Las autoridades bajo el gobierno talibán confirmaron que la mayoría de víctimas se concentran en la provincia de Kunar, donde varios poblados quedaron reducidos a escombros.

“Se han hallado cientos de cuerpos en las casas destruidas”, declaró Hamdullah Fitrat, portavoz adjunto del gobierno. El sismo también dejó cerca de 7,000 viviendas colapsadas en Kunar, Laghman y Nangarhar, generando un escenario de emergencia humanitaria de gran escala.

Aunque Afganistán es propenso a los sismos por su ubicación en la unión de las placas tectónicas euroasiática e india, este evento ha tenido un impacto desproporcionado debido a la fragilidad de las infraestructuras y la dificultad de acceso a las aldeas montañosas

Más de 2.200 personas murieron tras el terremoto que sacudió la región del Hindú Kush en Afganistán. /AFP

Rescate complicado y ayuda internacional limitada

Cuatro días después de la tragedia, miles de sobrevivientes siguen esperando asistencia. Desprendimientos de tierra y caminos bloqueados han complicado la llegada de brigadas de rescate, lo que eleva el riesgo de que el número de muertos siga aumentando.

“Necesitamos carpas, agua, comida y medicinas de forma urgente”, dijo a la AFP Zahir Jan Safi, un agricultor de 48 años que perdió su casa en el pueblo de Mazar Dara. Como él, cientos de familias han quedado sin refugio y dependen de donaciones para sobrevivir.

El momento no podría ser más difícil: organizaciones humanitarias y la ONU alertaron que el sismo llega cuando los recortes en la asistencia internacional han reducido drásticamente los fondos disponibles para responder a crisis en Afganistán. Esto limita la capacidad de entregar ayuda inmediata y sostenida a las comunidades más afectadas.

Una región marcada por la vulnerabilidad sísmica

La cordillera del Hindú Kush, donde se originó el terremoto, es uno de los puntos sísmicos más activos del planeta. Terremotos de menor intensidad son frecuentes en la zona, pero rara vez alcanzan magnitudes tan destructivas. El epicentro de este sismo se ubicó a apenas 42 kilómetros de Yalalabad, capital de Nangarhar, a una profundidad de ocho kilómetros, lo que amplificó el impacto en la superficie.

Afganistán ya había experimentado tragedias similares en años recientes, aunque con cifras de víctimas significativamente menores. La magnitud de la catástrofe actual ha reabierto la discusión sobre la necesidad de reforzar viviendas rurales y mejorar los protocolos de respuesta en emergencias, en un país donde millones de personas viven en condiciones de alta vulnerabilidad.

Afganos cargan a los difuntos para el funeral tras los terremotos en la aldea de Mazar Dara, distrito de Nurgal, provincia de Kunar. /AFP

Mirada global a una crisis silenciosa

El alto número de fallecidos y la destrucción en tres provincias afganas han vuelto a colocar a Afganistán en el foco internacional, aunque de manera dolorosa. El sismo no solo expone la fragilidad de las comunidades rurales, sino también la urgencia de mantener la ayuda humanitaria en un país que atraviesa una de las crisis con altos niveles de pobreza y desplazamiento.

Mientras los equipos locales continúan las labores de rescate entre los escombros, el balance de víctimas podría seguir aumentando en los próximos días. Para miles de familias que lo perdieron todo, la prioridad inmediata es sobrevivir al día a día mientras esperan que la comunidad internacional redoble su apoyo.

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