"Trump está engañado por sus logias y asesores": Petro responde con firmeza a acusaciones de narcotráfico

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó este domingo una respuesta contundente al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien lo calificó como “un líder del narcotráfico”. A través de un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter), Petro negó tajantemente las acusaciones y aseguró que ha sido uno de los principales opositores a las mafias del narcotráfico en su país.

“Trump está engañado por sus logias y asesores. El principal enemigo que tuvo el narcotráfico en Colombia, en el siglo XXI, fue quien descubrió sus relaciones con el poder político del país. Ese fui yo”, afirmó el mandatario colombiano, en medio de un cruce de declaraciones que ha tensado nuevamente las relaciones entre Bogotá y Washington.

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Las palabras de Trump surgieron luego de anunciar que Estados Unidos cortará su ayuda financiera a Colombia, alegando una supuesta inacción del gobierno de Petro frente al narcotráfico. Según el exmandatario norteamericano, “el narcotráfico es el mayor negocio de Colombia y Petro no hace nada para detenerlo”.

En esa línea, Trump agregó que Petro “incentiva la producción masiva de drogas, tanto en campos grandes como pequeños, por toda Colombia”.

Ante estas declaraciones, Petro replicó: “Le recomiendo a Trump leer bien a Colombia y determinar en qué parte están los narcos y en qué parte están los demócratas”.

El presidente colombiano ha reiterado en varias ocasiones que su administración ha logrado reducir significativamente el crecimiento de los cultivos de hoja de coca, afirmando que esa tasa ha llegado “casi a cero”.

Tensión por operaciones militares en el Caribe

Además del intercambio de acusaciones, otro tema ha agravado la relación entre ambos países: los recientes ataques con misiles a embarcaciones en el mar Caribe que, según Estados Unidos, transportaban drogas. Una de estas lanchas habría sido colombiana y, según Petro, no estaba involucrada en actividades ilícitas.

El 16 de septiembre, una de esas embarcaciones fue impactada en aguas del Caribe, y el presidente Petro denunció que en el ataque murió un pescador colombiano llamado Alejandro Carranza, originario de Santa Marta.

“Funcionarios del Gobierno de los EE.UU. han cometido un asesinato y violado nuestra soberanía en aguas territoriales. El pescador Alejandro Carranza no tenía vínculos con el narco y su actividad diaria era pescar”, escribió Petro en su cuenta oficial.

El mandatario también solicitó a la Fiscalía colombiana que actúe de inmediato ante estos hechos y exigió explicaciones formales al Gobierno de los Estados Unidos.

Incluso, Petro aseguró que este incidente constituye una “invasión al territorio nacional” y lamentó que haya ocurrido en la ciudad que será sede de la próxima Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), que se realizará el 9 y 10 de noviembre.

Accionar de EE. UU. en el Caribe

En menos de dos meses, las fuerzas militares de los Estados Unidos han llevado a cabo al menos seis ataques a embarcaciones en el Mar Caribe vinculadas por la Casa Blanca al tráfico de drogas con destino a Venezuela. Hasta la fecha se registran al menos 27 muertos, según recuentos oficiales.

El primer ataque, anunciado el 2 de septiembre, dejó 11 personas muertas; posteriormente, las acciones del 15 y 19 de septiembre ocasionaron tres víctimas mortales cada una; el 3 de octubre añadió cuatro muertos y el 14 de octubre seis más. El más reciente, del 16 de octubre, registró por primera vez sobrevivientes —dos fueron rescatados y se informó de otras dos muertes— y EE. UU. informó que serán remitidos a Colombia y Ecuador para ser procesados.

En cuanto a resultados concretos sobre droga incautada, sólo hay una cifra oficial: en la primera operación la República Dominicana recuperó unos 1.000 kg de cocaína (377 paquetes) de la lancha rápida atacada al sur de Isla Beata, en una operación conjunta con EE. UU. En los demás casos, no se han publicado datos oficiales sobre el tonelaje de estupefacientes hallados, lo que ha generado cuestionamientos sobre la transparencia del uso de fuerza letal en aguas internacionales.

El despliegue demuestra un enfoque agresivo del Pentágono sobre las rutas marítimas de narcotráfico hacia Venezuela y la región, aunque plantea interrogantes legales y operativos sobre el marco de las operaciones navales en aguas cercanas al territorio venezolano. Las autoridades estadounidenses mantienen que los blancos eran embarcaciones delictivas vinculadas al “Tren de Aragua” y otras redes criminales.