VIDEO: Exjefe del programa secreto de ovnis: “Estos fenómenos son reales, vuelan en nuestros cielos y tienen tecnología más avanzada”

Aseguró que hay evidencia empírica de la existencia de fenómenos aeroespaciales inexplicables.

Exjefe del programa secreto de ovnis asegura que hay pruebas que existen

Por N. Hernández / agencias

2020-05-29 3:47:52

El 24 de junio de 1947 el piloto Kenneth Arnold volaba a bordo de un CallAir A-2 cerca del Monte Rainier en el estado de Washington, Estados Unidos, buscando una aeronave militar extraviada. Luego, para un reporte de Associated Press declaró que había visto volar a gran velocidad nueve objetos brillantes “con forma de platos”.

Desde entonces, el término de “platillos voladores” se hizo de uso público y daría el puntapié inicial para el fenómeno de los ovnis.

Éste desde años ha sido un tema tabú en muchos círculos científicos, pero la investigación de distintos eventos y objetos no identificados fueron objeto de varios programas financiados por el gobierno de Estados Unidos, entre ellos el Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales  (AATIP, por sus siglas en inglés) del Pentágono, un proyecto que funcionó entre el 2007 y el 2012 bajo total secreto pero que salió a la luz el 16 de diciembre del 2017 luego de un artículo publicado en The New York Times.

Se aseguraba que del presupuesto anual de 600 mil millones de dólares que recibía el Departamento de Defensa (DOD), 22 millones estaban destinados a este programa, un rastro de dinero muy difícil de seguir.

Durante años, este programa se desarrolló en el quinto piso del anillo C del Pentágono, en lo profundo del laberíntico edificio y símbolo de la supremacía militar estadounidense. Allí investigaban reportes de objetos voladores no identificados. Según el Departamento de Defensa, que nunca antes había admitido su existencia, dejó de funcionar en el 2012. Sin embargo, distintas fuentes aseguran que, por lo menos hasta el 2017, este programa seguía funcionando, entre ellas Luis Elizondo, el agente de inteligencia militar que estaba a cargo.

En una entrevista telefónica con Infobae desde Los Ángeles, Luis Elizondo contó qué descubrió en este programa secreto del Departamento de Defensa, a continuación la entrevista:

¿Cómo describiría su tiempo trabajando en el Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales?

Fascinante pero frustrante. Fue un privilegio pero desafortunadamente había muchos desafíos asociados también. La mayoría burocráticos.

Usted renunció precisamente porque esta cuestión y “la mentalidad inflexible” del DOD con respecto al programa habían evitado que se tomen en serio “amenazas aeroespaciales anómalas”.

¿Podría explicar esto un poco?

El secretario de Defensa en ese momento era un caballero llamado James Mattis. Él y yo tuvimos el privilegio y el honor de servir juntos en Afganistán, pero desafortunadamente la burocracia no me permitía compartir información con él, al que yo respetaba mucho. Ésta era una persona que merecía saber la verdad, y a la que yo admiraba profundamente, y esta burocracia que heredamos no permitía que información vital se comparta, principalmente porque era considerada tabú, no había otra razón.

¿Qué descubrió durante su tiempo en el programa?

Comprendimos que estos fenómenos son reales y que son cosas reales que vuelan en nuestros cielos y que tienen tecnología mucho más avanzada que la nuestra, y no podamos hacer nada al respecto.

Pueden volar sin impedimentos por nuestro espacio aéreo o controlar el espacio aéreo civil y militar y no podemos hacer nada. Además, la conclusión a la que arribamos es que se trata de un fenómeno global, no ocurre sólo en Estados Unidos, y por eso creo que tenemos que trabajar mejor con nuestros pares en Latinoamérica, en Europa, en Asia y alrededor del mundo, porque ésta es una problemática que afecta a la misma humanidad. No pertenece a una sola institución o religión o gobierno, sino a todos los que habitamos en este planeta.

Figuras de alto rango en el gobierno han afirmado a lo largo de los años que hay y hubo varios fenómenos aeroespaciales inexplicables. ¿Por qué cree que hay tanta reticencia?

Creo que en parte porque hemos pasado la mayor parte de los últimos 70 años ridiculizando y criticando a individuos que han seguido este tema desde una perspectiva amateur, y hay mucho estigma y tabú asociados a esta temática. Cuando pensamos en ovnis se nos vienen a la cabeza personas con sombreros de aluminio y gente creyente sin ningún tipo de evidencia. Bueno, ahora estamos en un momento en el que tenemos evidencia, tenemos gobiernos que reconocen que estos fenómenos son reales. Llegó el momento de tomar esta conversación y elevarla al nivel necesario de nuestro gobierno.

¿Cree que tiene que ver con el miedo a lo desconocido, a que también puede ser una amenaza extranjera, y no necesariamente extraterrestre?

Absolutamente. De cierta manera, nuestros hermanos y hermanas latinoamericanos están mucho más avanzados en este debate. Algo de lo que me di cuenta es que la gente de Latinoamérica es mucho más tolerante con lo desconocido y se dan cuenta de que el universo y la naturaleza están llenos de maravillas y misterios. Acá en Estados Unidos nos hemos enorgullecido de siempre tener soluciones y respuestas y de que si hay una amenaza, vamos a poder evaluarla muy rápidamente. Y eso podría ser en parte por qué nosotros y el gobierno de Estados Unidos no hemos tenido este debate. Porque si reconocés que hay una posible amenaza y no encontrás una amenaza, entonces el miedo radica en que la gente pierda la confianza en tu habilidad de hacer tu trabajo, ya sea político, militar, o de otro tipo.

Entonces, ¿usted cree que aceptar que hay fenómenos inexplicables implica una pérdida de poder, ya sea en instituciones gubernamentales como religiosas?

Hay muchas razones, y ésa es una de ellas, pero hay otras. Es muy difícil tener una charla con tu jefe cuando te están pagando mucho dinero, tenés a disposición los mejores recursos y la última tecnología para resolver problemas, y tener que decir: “Señor, hay algo en el cielo, no sabemos qué es, no sabemos cómo funciona, no sabemos quién está detrás del volante, y la verdad es que no hay nada que podamos hacer al respecto”. Es una conversación muy incómoda, especialmente con una de las fuerzas armadas más capaces del mundo. Nos pagan para siempre encontrar la solución.

Su organización To The Stars Academy y The New York Times colaboraron para dar a conocer los tres videos de “fenómenos aéreos inexplicables” que fueron recientemente desclasificados por el Pentágono. Teniendo en cuenta la evidencia a la que tuvo acceso, ¿cree que hay vida inteligente más allá de la Tierra?

Bueno, si quisieras la prueba de que hay vida inteligente en el universo, uno solo tiene que mirar la vida de su propio planeta. La vida es abundante, adaptativa y penetrante. La vida existe en todas partes en este planeta, incluyendo los confines más profundos del océano; a cinco millas debajo del hielo ártico; en las montañas más altas. Entonces, si la pregunta es si hay vida en este universo, la respuesta es sí. Si la pregunta es si hay vida en este universo más allá de la Tierra, creo que hay evidencia muy convincente que sugiere que es un escenario muy probable.