Este lunes termina el trabajo de recuperación de cuerpos en San Miguel Los Lotes, una aldea de Escuintla, Guatemala, que fue la más afectada en la erupción del Volcán de Fuego en junio de 2018.
Según información recolectada por BBC MUNDO, Fernando Barillas Santa Cruz, Héctor Ángeles, Marcos Duarte, Fredy Morales y Roberto Crespo conformaron “Antigua al Rescate”, quienes a través de llamados en redes sociales recolectaron 37 mil quetzales ($5,000) para maquinaria y equipos especiales de exhumación, y lograron recuperar 68 cuerpos en las primeras semanas tras el incidente.
La labor fue difícil, según contaron a BBC, ya que los familiares estaban cerca y podían reconocer a sus seres queridos. “Veían un anillo en un dedo y nos decían que esa mano era de un familiar, o reconocían el pelo de un pariente, alguna ropa”, contó uno de los rescatistas.
Los restos que recuperaban los entregaban a los familiares en cajas cerradas, quienes se los pasaban a la Policía Nacional Civil y luego al Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (INACIF).
En el contenido de todas aquellas cajas se identificó a 107 personas. Sin embargo, quedaron 140 “segmentos corporales” que nadie supo decir a quiénes pertenecieron; y muchos otros quedaron en el terreno sin escarbar.
Es entonces cuando entró el ardua labor de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), quienes junto a un grupo de voluntarios y con financiación pública, lograron rescatar 26 individuos más.
Sofía Letona, una de las voluntarias que llegó en agosto al lugar, narró a BBC lo duro que fue encontrarse en un sitio donde literalmente se podría estar pisando el cadáver de una persona, sin saberlo, por el grado de descomposición y la cantidad de escombros que habían.
“Veo que a un lado ponen cosas de cocina y al otro de madera. Y pregunté: ‘¿Y madera para qué?’, ‘no es madera, es carne humana’, me respondieron. Entonces caí en cuenta que estaba en medio de una pila de partes de cuerpos”.
La tragedia
Esa es la escena que se encontró Letona el 22 de junio de 2018. Estaba en San Miguel Los Lotes, el área cero, la más afectada por la erupción del Volcán de Fuego, el peor desastre natural de Guatemala en tiempos modernos, que dejó 202 muertos y 229 desaparecidos, aunque varias instituciones insisten en que son más.
La aldea tenía 187 viviendas y un millar de habitantes. El flujo piroclástico, una masa hirviente que avanzaba veloz, la cubrió por completo. Por esa razón la apodaron “la Pompeya de Guatemala“.
José Suasnavar, subdirector de la FAFG, le contó a BBC que “en el terreno de 700 metros de largo por 300 de ancho en el que nos comprometimos a excavar hallamos las osamentas correspondientes a un número mínimo de 26 individuos”. Y agregó que para ello contaron con camiones y maquinaria del gobierno, y contrataron para la labor a gente que estuviera buscando a sus familiares; también destacó la valiosa ayuda de los voluntarios.
Estos voluntarios recuperaron los cuerpos por generosidad, “como un acto de amor”, en sus propias palabras, ante la falta de respuesta de las autoridades ante el clamor de las personas en los albergues: “Queremos enterrar dignamente a los nuestros”.
“Ahora falta tomar muestras de los familiares para hacer el estudio genético, algo que nos gustaría hacer también con los restos que tiene el INACIF y que queda pendiente para el futuro”, concluyó Suasnavar.