La comunidad salvadoreña en Milá, Italia, elevó plegarias por la vida de Nataly Jhoanna Quintanilla, la connacional de 40 años de edad que ha desaparecido y por la que se investiga a su compañero de vida.
Los fieles ofrecieron una misa en el Centro Shuster de Milán, no por el alma de Nataly, sino por su vida, ya que esperan que sea encontrada sana y salva.
El salvadoreño arrestado por la desaparición de su pareja de la misma nacionalidad desde el 24 de enero ha confesado este sábado haberla matado, aunque asegura que fue involuntariamente.
El sospechoso ha admitido el crimen durante su interrogatorio ante la jueza de Milán, Anna Calabi, pero ha subrayado que fue de forma «no voluntaria», según avanzan los medios locales y la agencia EFE.
Amigos cercanos de Nataly y otros fieles concurrieron a la ceremonia.
Deydamia Morán, líder de la comunidad Monseñor Romero y una de las primeras presidentas de la comunidad, declaró que están considerando fundar una asociación que brinde apoyo a las mujeres salvadoreñas que lo necesitan.
Se busca consolidar el respeto hacia las mujeres frente a patrones machistas o de violencia infrafamiliar.
El hombre, de 48 años, estaba acusado de homicidio y ocultación de cadáver tras la desaparición de su pareja, salvadoreña de 40 años.
Aunque no se conocía su paradero desde la noche del 24 de enero, no había denunciado su ausencia hasta pasada una semana, el día 31.
Tras las comprobaciones iniciales en la vivienda y en el vehículo de la pareja, los agentes también revisaron las cámaras de seguridad de la zona, que mostraron que la mujer no había abandonado el domicilio común.
Desde la desaparición el teléfono móvil de la mujer ha estado apagado y no se han registrado tráfico de datos ni llamadas ni movimientos en sus tarjetas.
El acusado había sido registrado por las cámaras de seguridad arrastrando una gran bolsa, según los medios, pero por el momento no ha precisado dónde se encuentra el cuerpo sin vida de la mujer.
Según trascendió, el hombre arrojó el cuerpo de su pareja en un lugar no precisado de la carretera hacia Cassano d'Adda, un acto que pone de manifiesto el pánico y la desesperación que lo embargó en ese momento. La confesión ha provocado una ola de indignación y tristeza entre los ciudadanos, que se preguntan cómo pueden ocurrir semejantes tragedias.
Los investigadores, basándose en sus movimientos, creen que el acusado podría haberse deshecho del cadáver en un río de la zona.
La noticia del asesinato ha conmovido profundamente a la comunidad milanesa, que se ha movilizado para expresar solidaridad con la familia de la víctima. Numerosos activistas y organizaciones locales han organizado manifestaciones para concienciar sobre la violencia de género y la importancia de prevenir estos incidentes.
Las amigas de la señora han difundido una petición el las redes sociales dando sus contactos telefónicos .
"Podría estar en dificultades", se lee en el comunicado difundido por la asociación Penelope. "No tiene familia en Italia y sus amigas no tienen noticias de ella y no logran ponerse en contacto con ella. No sabemos qué ropa llevaba en el momento de la desaparición. Tiene consigo su teléfono móvil, que sin embargo está apagado". Quien la vea puede ponerse en contacto con las autoridades llamando al número 112 o con la asociación al número +39 3807814931.
"Toda la comunidad salvadoreña residente en Italia comparte el gran dolor por nuestra compatriota honrada y trabajadora con muchas esperanzas y retos todavía que cumplir", dijeron miembros de la comunidad.
El caso ya estáa cargo de la fiscal Alessia Menegazzo.