"Mayo" Zambada, cofundador del cartel de Sinaloa, se declarará culpable en Nueva York

Uno de los narcotraficantes más poderosos de México, Ismael “Mayo” Zambada, cofundador del Cartel de Sinaloa, tiene previsto declararse culpable el próximo 25 de agosto de 2025 en una corte de Nueva York, según documentos judiciales. Esta decisión le permitirá eludir un juicio federal, tras más de un año de haber sido detenido en suelo estadounidense.

La audiencia, originalmente agendada como vista preliminar, fue modificada por el juez Brian Cogan —el mismo que sentenció a cadena perpetua a Joaquín “Chapo” Guzmán— para convertirse en una audiencia de “cambio de declaración”. Este giro procesal abriría la puerta a una sentencia más leve y a un posible acuerdo de cooperación con la fiscalía.

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¿Quién es Mayo Zambada?

Ismael Zambada García, conocido como el “Mayo”, es uno de los fundadores del cartel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más influyentes y violentas del continente. Durante más de cuatro décadas, operó desde las sombras como cerebro logístico y financiero del tráfico internacional de drogas, incluyendo cocaína, metanfetaminas y más recientemente fentanilo. A diferencia de otros capos, nunca fue capturado en México y logró mantenerse como una figura clave del narco sin haber pisado una cárcel, hasta su entrega en 2024.

Además de su rol como líder histórico, Zambada consolidó alianzas internacionales, extendiendo las operaciones del cartel a Estados Unidos, Europa y Asia, lo que lo convirtió en una pieza clave del crimen organizado global.

Fiscalía descarta la pena de muerte para Zambada

El 5 de agosto la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, autorizó oficialmente a no solicitar la pena capital contra Zambada. “La fiscal general ha instruido a esta oficina a no buscar la pena de muerte contra el acusado Ismael Zambada García”, comunicó el fiscal del Distrito Este de Nueva York, Joseph Nocella, en una carta dirigida al tribunal.

Esta decisión despeja el camino para una resolución negociada. Zambada, de 77 años, enfrenta 17 cargos, entre ellos asesinato, tráfico de armas y distribución de drogas, especialmente fentanilo, un opioide letal que ha sido vinculado a decenas de miles de muertes por sobredosis cada año en EE. UU.

A la corte después de 40 años

Tras cuatro décadas eludiendo a la justicia mexicana, Zambada fue detenido el 25 de julio de 2024 al llegar en una avioneta privada acompañado por Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del “Chapo”. Según su defensa, el capo fue víctima de una emboscada y llevado a la fuerza a Estados Unidos bajo engaños, como parte de una negociación entre Guzmán López y la fiscalía estadounidense.

El 14 de septiembre, Zambada se había declarado no culpable de los cargos. Sin embargo, la reciente modificación de su audiencia indica que está dispuesto a cambiar esa postura, probablemente como parte de un acuerdo judicial que le evite un juicio largo y potencialmente más severo.

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¿Una condena más ligera que la del Chapo?

Aunque los detalles del acuerdo no han sido revelados, este movimiento podría significar una condena menos estricta que la cadena perpetua impuesta a su socio, el Chapo Guzmán, en el mismo tribunal. Además, el posible pacto de colaboración con la fiscalía podría convertir a Zambada en testigo clave en futuros procesos contra otras estructuras del narcotráfico en la región.

Un caso conectado con los hijos del Chapo

El destino judicial de Zambada no se entiende sin los llamados “Chapitos”, los hijos de Joaquín Guzmán Loera, con quienes compartió operaciones dentro del cartel de Sinaloa. Uno de ellos, Ovidio Guzmán López, alias “Ratón”, fue extraditado en 2023 y se declaró culpable el pasado 11 de julio, lo que le permitirá evitar un juicio y posiblemente recibir una condena más corta que la de su padre. En caso de que Zambada no llegue a un acuerdo, Ovidio, de 35 años, podría testificar en su contra como pieza clave de la fiscalía.

También está detenido su hermano Joaquín Guzmán López, quien llegó a Estados Unidos en la misma avioneta que el Mayo. Ambos permanecen bajo custodia en Illinois, y se espera que Joaquín también busque un acuerdo con la fiscalía a cambio de una reducción de pena. Junto con Archivaldo Iván y Jesús Alfredo Guzmán Salazar —todavía en libertad—, han sido señalados como los líderes del cartel desde 2016, año en que fue capturado el Chapo.

Tras la detención del Mayo, México solicitó su extradición, pero también se desató una guerra interna entre facciones del cartel que, según cifras oficiales, ha dejado más de 1,200 muertos y 1,400 personas desaparecidas en Sinaloa. El caso no es aislado: en suelo estadounidense, hay al menos 29 narcotraficantes relevantes a la espera de juicio, entre ellos Rafael Caro Quintero, acusado del asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, y cuyo proceso también podría incluir una pena de muerte.

A esta lista se suma la reciente extradición de Héctor Manuel Avendaño Ojeda, presunto operador cercano a Zambada, acusado de narcotráfico. Todos estos casos refuerzan la presión sobre las redes criminales transnacionales y reflejan una ofensiva legal sin precedentes en el continente.

La audiencia del 25 de agosto será clave para conocer los términos concretos de esta resolución y marcará un nuevo capítulo en la lucha judicial contra los carteles mexicanos, con implicaciones tanto legales como políticas en Estados Unidos y América Latina.