El gobierno de Joe Biden que tomará posesión de la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero se prepara para presentar su plan de reforma migratoria ante el Senado con el que se beneficiaría a 11 millones de inmigrantes. De acuerdo a la promesa de campaña de Biden este será entregado al Congreso el los primeros 100 días de su gestión.
En una entrevista exclusiva de Univisión con Kamala Harris, la vicepresidenta electa dio detalles de lo que contempla el proyecto de reforma que abrirá el camino para que millones de indocumentados que residen en Estados Unidos logren convertirse en residentes permanentes para luego aplicar a la ciudadanía en un plazo de 8 años.
“Vamos a reducir el tiempo de lo que son actualmente de 13 a 8 años”, dijo Harris. Explicó además que una vez el inmigrante obtenga la Green Card o tarjeta de residente permanente deberá esperar cinco años para luego solicitar la ciudadanía.
El proyecto migratorio contempla además a los beneficiarios del Programa de Protección Temporal (TPS) y “dreamers” quienes podrían obtener automáticamente la tarjeta de residencia.
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También se plantea una reforma para los procesos de solicitud de asilo. Harris señaló que se ha trabajado en una política que incluye asesoría legal para las personas que buscan refugio así como para los niños que llegan a la frontera.
El plan de Biden y Harris sugiere además mantener la unión de las familias inmigrantes en las fronteras y “no dividirlas”, un drama que marcó la administración del presidente Donald Trump tras la implementación en 2018 de la política “Cero Tolerancia” que separó a más de 2,500 familias y que a la fecha muchas de estas no han podido ser reencontradas.
Kamala Harris añadió que confían en tener el apoyo bipartidista en el Senado para su aprobación aunque reconoce que “no será fácil”.
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Sobre el Triangulo Norte señaló que serán destinados recursos para la seguridad y tranquilidad de las familias en estos países a fin de evitar que busquen emigrar a los Estados Unidos.
En su iniciativa para el desarrollo de Centroamérica, Biden ofreció apostarle a la seguridad, institucionalidad, desarrollo y combate a la corrupción de El Salvador, Honduras y Guatemala, con una inversión de 4 millones de dólares.
La apuesta incluye asegurar el crecimiento económico, fortalecer a instituciones de sociedad civil que auditan a los gobiernos locales y fortalecer la capacidad de invertir de receptores de remesas.
En octubre de 2020, el presidente electo dijo que la inversión será financiada con la “reordenación de dinero del presupuesto de detenciones de migrantes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).